TIEMPOS DIFÍCILES Archibald Rutledge SEGUIR CON EL MOUSE
Cierto día que subía por un sendero de la montaña, me encontré con un montañés que llevaba una hacha. Lo acompañé un rato y al cabo le pregunté qué iba a cortar. Necesito un trozo de madera para arreglar mi carreta, me dijo. Es preciso que sea la más dura que pueda obtenerse. La que se da en la cima de la montaña, donde son más recias las tor- mentas, es siempre la más resistente. SEGUIR CON EL MOUSE
Las tempestades rompen y desfiguran, pe- ro también fortalecen, edifican; y de ellas sue- le brotar una belleza serena e inalterable. La primera hermosura de una niña carece de sig- nificado y de permanencia espiritual. No re- presenta esfuerzo alguno, ni decisión, ni lu- cha. Años más tarde, cuando la niña se ha convertido en mujer, si ha hecho frente a las vicisitudes en forma valerosa, poseerá una belleza que tiene un aura inmortal, ya que ha- brá echado raíces en el carácter. SEGUIR CON EL MOUSE
Nos inclinamos a lamentarnos de que el mundo no sea mejor. No obstante, el hecho de que nos ofrezca tantos obstáculos nos proporciona la úni- ca oportunidad de poner a prueba el espíritu. Las épocas de prosperidad son peligrosas. En ellas el alma se acostumbra al ocio y se anquilosa. Los tiempos de tormenta y de peligro nos hacen des- cubrir las cualidades que poseemos. SEGUIR CON EL MOUSE
Una tempestad es un reto; parece que algo existe en nuestro espíritu que se alza para hacerle frente... E.R.A. PRODUCCIONES