Formación Inicial La formación inicial es la etapa donde se ponen los cimientos del cristiano. La experiencia en esta etapa será decisiva en la intensidad y profundidad del compromiso apostólico futuro” (n. 51).
Al reafirmar el compromiso por la formación de discípulos y misioneros, esta Conferencia se ha propuesto atender con más cuidado las etapas del primer anuncio, la iniciación cristiana y la maduración en la fe (Mensaje final, n. 3). “Vengan y lo verán…”
“Vengan y lo verán…” La evangelización fundamental o formación inicial la podemos entender como la misión de acompañar a los bautizados en su encuentro y adhesión a Jesús, convirtiéndose en discípulos, seguidores de sus pasos.
Objetivo de la Formación Inicial Ayudar a que los bautizados vivan su conversión inicial a Cristo, tomando conciencia de las exigencias de ser sus discípulos y del sentido de pertenencia a la Iglesia. “Vengan y lo verán…”
Primer Anuncio. (Testimonio, cercanía humana y atenta, acompañamiento atento en las circunstancias de la vida, valoración de las expresiones humanas y cristianas en la urbe, etc.). Encuentro con Jesucristo. (La Palabra de Dios, la Liturgia, la Comunidad misma, los Pobres y Necesitados, la Religiosidad y piedad popular, etc). Conversión personal y pastoral. Vivencia más consciente de los Sacramentos de la Iniciación Cristiana (Para ello, en nuestra Iglesia local se propone desde la Reiniciación Cristiana). “Vengan y lo verán…”
Una comunidad que asume la iniciación cristiana renueva su vida comunitaria y despierta su carácter misionero. “Vengan y lo verán…”
Somos, pues, invitados a reforzar nuestra presencia y cercanía, a dedicarle más tiempo a cada persona, escucharla, estar a su lado en sus acontecimientos importantes y ayudar a buscar con ella las respuestas a sus necesidades. Valoremos a todos, que puedan sentirse en la Iglesia como en su propia casa. “Vengan y lo verán…”