Las pinturas de la señora Jaika Aizenman

La señora Jaika Aizenman nació en Belalcázar, en el departamento de Caldas, Colombia. Su infancia estuvo rodeada de montañas y árboles, de casas campesinas y aire puro. Desde muy pequeñita se vio su inclinación a la pintura y estuvo en clases con las Madres Franciscanas. Tuvo dos hermanas Perla y Licenia, con quienes fue muy unida siempre. Al terminar el colegio fue su familia a vivir a Cali. Conoció a José su esposo con quien se casó y tuvo cinco hijos Siempre en su casa había gente, algún invitado y deliciosa comida. Ella misma preparaba cada ingrediente de sus comidas, hasta hacía el queso. Se rodeó de gente que la llegó a amar profundamente y la consideraba “su mejor amiga” “Jaika no es mi amiga, es mi hermana”, es una frase que le escuché decir a varias personas entre ellas a mi mamá Bertha Schraer de Celnik. Dedicó mucho de su tiempo a estudiar pintura. Sus primeros cuadros hablan de paisajes campestres de Colombia, país donde también expuso su obra. Poco después, su espíritu soñador la empujó a realizar paisajes del mundo entero. Poco a poco casi todos sus hijos, muy sionistas, fueron a vivir a Israel. Hizo aliáh en el año 2000, yendo a vivir a la ciudad de Raanana. Jaika fue una abuelita para mi hija Aliza en Israel pero también para muchos colombianos más que hicieron aliáh. Estudió hebreo pero principalmente se dedicó a pintar, estaba asombrada con los paisajes de Israel a los que le dedicó buena parte de su tiempo y espíritu. Tuvo que pasar por el sufrimiento de ver asesinada a su consuegra y a su nieta de cinco años en la tajanat Tzorfatit en Jerusalém, por un terrorista palestino. Su dolor no le impidió seguir invitando y ayudando a tanta gente, ni la frenó de seguir pintando. Realizó varias exposiciones en Israel entre ellas en la Kehilat Hod Vehadar en Kva. Sava. Un día enfermó de cáncer y su enfermedad la fue apagando poco a poco. Falleció dejando con mucho dolor a toda su familia y muchísima gente que la amaba intensamente. Pero dejó en nosotros un recuerdo maravilloso e inolvidable de su amor, su ternura, su arte, recuerdos de su deliciosa cocina y su calor de hogar.

August 2007 Music: Yossele Rosenblatt – Yiddishe Mamme ( 1917) Los Panchos – Como un rayito de luna