Este es un cuento que te cuenta… LA PANDILLA DE CLARA

LA MAGIA DE LOS LIBROS MÚSICA: Paul Mauriat: Nocturno Pase de diapositivas manual

Cierto día, algunas palabras que andaban aburridas y dispersas por las páginas de un diccionario, decidieron hacer juntas una escapada y vivir una aventura fuera del diccionario

Fue la preposición A (la primera palabra del diccionario) quien tomó la iniciativa y empezó a convocar a otras palabra …

Llamó a la palabra LIBROS la palabra GUSTA al artículo LOS la palabra BIBLIOTECA

al pronombre LES al verbo reflexivo QUEDARSE al adverbio de negación NO la preposición EN y el artículo LA al adjetivo OLVIDADOS

Pensad lo importantes que somos las palabras. Servimos para que la gente se comunique. Y aún más. Gracias a las palabras, los libros trasmitimos a las mentes de los hombres la luz de la sabiduría. ¡Qué orgullo! ¡Cierto! Si nos sentimos aburridas es porque queremos. Porque si nos organizáramos, podríamos jugar a componer frases y lanzar mensajes.

¡Exacto! Por eso os he llamado precisamente a todas vosotras. Os propongo que hagamos una pancarta contra nuestro aburrimiento. No lo entiendo. ¿Cómo se combate el aburrimiento con una pancarta? Nos tomamos por el brazo y formamos una frase. Luego, nos presentamos en colegios y parques de niños como si fuéramos una pancarta con piernas. ¿Una pancarta con piernas? ¿Y qué dice esa pancarta?

Pues lo que nosotras queramos que diga para no vivir aburridas. Por ejemplo, que los niños vayan a vernos a las bibliotecas. ¡Venga! ¡Uníos por los brazos y haced una frase!

Empezaron a agruparse y enseguida se pudo leer una frase que tenía sentido. Pero había una palabra que era el espíritu de la negación, y no quiso seguir la propuesta de A. Más aún, las miraba y se reía… Eso, eso… ¡A LOS LIBROS LES GUSTA QUEDARSE OLVIDADOS EN LA BIBLIOTECA! ¡Je, je, je…!

¡Todo lo contrariooo! ¡Quedarnos olvidados es precisamente lo que nooo… queremos! Ven con nosotras, NO, que te necesitamos. Todos somos necesarios pero en este caso, tú eres IM-PRES-CIN-DI-BLE

A la pesimista NO, le encantó que le dijeran que era imprescindible, se puso hueca de contenta, y fue a acomodarse entre LIBROS y el pronombre LES, que al momento le hicieron sitio.

Y así se fueron, como una pancarta con piernas, recorriendo calles y colegios, para ser miradas y leídas por la gente. ¿Estáis de acuerdo con nosotras niñas y niños? Pues eso; que os esperamos en la biblioteca de vuestro colegio. Queremos transmitiros nuestra magia y nuestra sabiduría.

Recordadlo, niños: A LOS LIBROS NO LES GUSTA QUE LES DEJEMOS OLVIDADOS EN LAS BIBLIOTECAS Los libros, a veces, te cambian la vida. Os lo dice Íñigo de Loyola. OS DESEO QUE SEÁIS GRANDES LECTORES Fin de la presentación