Los aneurismas pueden adquirir diferentes morfologías que influyen, junto con otros parámetros, en la posibilidad o no de tratamiento, y si éste es posible, determinar cual es el indicado. Existen dos tipos más frecuentes: Saculares: son los más frecuentes y suelen estar localizados en bifurcaciones de ramas arteriales, en curvas a nivel del polígono de Willis o trifurcación de arteria cerebral media. Fusiformes: se caracterizan por una afectación circunferencial de la arteria.
Aneurisma sacular Aneurisma sacular de A. Comunicante posterior izquierda (flecha)
Aneurisma fusiforme Aneurisma fusiforme que afecta a una carótida derecha displásica. Debido a que toda la A. Carótida era patológica el único tratamiento posible era ocluirla, sin embargo, el paciente era joven y estaba asintomático, por lo que se decidió una actitud expectante con revisiones periódicas.