Miguel-A. “Dolor de parto”
Un grupo de científicos, de la Universidad de Minessota, inventó una máquina para transferir el dolor del parto de la madre al padre. Para la primera prueba, en el Hospital de San Louis, escogieron una pareja, y les explicaron que la máquina podía programarse para transferir un porcentaje del dolor desde la madre al padre.
El parto comenzó. La máquina fue programada para transferir el 20 por ciento del dolor al padre. - ¡No siento nada, Doctor! -afirmó el hombre.
El porcentaje de transferencia se elevó al 50 por ciento. - ¡Todavía no siento nada, Doctor! -dijo nuevamente el hombre.
Al Doctor aquello le parecía increíble, ya que la mujer afirmaba que a ella sí le disminuían los dolores. El porcentaje de transferencia fue elevado hasta el 100 por ciento. El niño nació sin problemas... tanto que la mujer, como el hombre, no pararon de sonreír, como si ambos estuvieran en una fiesta. El Doctor no podía entender qué había fallado. Se consolaba pensando que aquello era un invento superior a lo esperado. No transfería el dolor, sino que lo eliminaba.
A la mañana siguiente, en el Hospital dieron el alta a la pareja y al recién nacido. Cuando llegaron a su domicilio, encontraron al lechero muerto en la puerta.