Peguy Alison

 ¡Hola, chicos! Para los que no me conocéis soy Juan y dirijo una sala de fiestas de mi ciudad. Mi amiga Peguy me ha pedido que os ofrezca algo excitante y he pensado que seguro que os gustaría ver cómo se masturba una de las tías que trabajan para mi. Se trata de Crissy y es una de las hembras mejor dotadas que podáis ver. La nena en cuestión disfruta masturbándose delante de mí antes de que la folle, lo cual es de agradecer porque me sirve para ponerme a tono -ver tantos coños y tetas al día a veces me hastía-. Por eso espero pues que os guste tanto como me gusta a mí. Ahí la tenéis. ¡Venga Crissy, empieza ya!

 ¡Hola! Soy Crissy y don Juan me ha mandado que me masturbe delante vuestra. ¿Vale? Os lo haré no sólo porque forma parte de mi trabajo sino también porque me gusta hacerlo. Sólo os pido que tengáis un poco de paciencia con una tía que, como todas, es torpe hasta para darse placer.

 Efectivamente, las nenas siempre sois unas crías y si no fuera porque me he mostrado siempre riguroso contigo, no habrías pasado de ser una puta y vulgar ninfómana.  ¡Cuánto que sabe usted, don Juan!  Pues empieza ya…  Comenzaré con una teta…  Así me gusta, tía, con decisión.

 …Para ello me bajaré el tirante y les enseñaré el pezón de una teta -aunque creo que ya me ven los dos-.  Pon más ilusión en lo que haces. Te he dicho muchas veces que aunque eres una buena hembra, para ser una stripper debes entregarte más, y eso aunque no tengas ganas de hacer un striptease.

 Si tengo ganas y… ¿Cuándo llegaré a ser una stripper, señor? Deseo pagarle ya las atenciones que ha tenido siempre conmigo.  Ten paciencia y se muy obediente a todo lo que te digan machos tan expertos como yo.  ¡Qué maravillosos que son ustedes los hombres!

 Por descontado, porque si no fuera por nosotros no sabríais ni tocaros vuestra rajita con desenvoltura y vestiríais quién sabe cómo.  Efectivamente. Así, el conjuntito que llevo y que usted me regaló es monísimo. Es agradable y deja ver lo mejor de mi cuerpo.

 Ahora creo que les gustará que les muestre ya las dos tetas con sus erectos pezones.  Dos tetazas, por cierto. Con algo de silicona, si, pero dos hermosuras.  Don Juan, no se lo diga a ellos que luego se reirán de mis falsas tetas.  ¿Y qué? Si yo fui quien te lo pagó.

 Contonéate un poco más. Hazlo con más gracia, estúpida. Tal como te lo he enseñado. Incitando a que, tratándote como una vulgar fulana, cualquier macho degenerado acabe violándote.  Pero sería horrible, señor. Esos tíos acaban haciendo mucho daño.

 Pues entonces hazlo pensando que tienes que conseguir que tu “príncipe azul” te posea y haga de ti una mujer.  ¿Y cómo puede hacerme una mujer si ya lo soy?  Estúpida. Tu sólo eres una cría a la que le han crecido las tetas y el coño.  Entonces…

 Para ser una mujer de verdad un hombre deberá abrirte totalmente.  ¿Cómo?  Primero, el coño, desvirgándote. Luego el ano, empalándote con su verga. Y para acabar deberás comulgar con su semen. Hasta que no hagas todo eso serás una cría crecida y nada más.

 ¿Y cómo conseguiré que un hombre quiera hacerme ese favor, señor?  Mostrándote ante él como te he dicho siempre: sumisa y dispuesta a hacer delante de él todo lo que has hecho sola, como lo que ahora haces. Si además le masturbas y tomas su semen ganarás muchos puntos.

 Me bajaré el tanga para enseñar a estos tíos que me están viendo cómo es mi rajita.  Pero siempre muy despacio. Que no pierdan la ilusión. Las rajitas son el mayor tesoro que tenéis las tías. Entregádselo al tío que de verdad sepa saborearlo.  ¿Para que sea suyo para siempre?

 No necesariamente ya que en ocasiones los tíos os lo podemos devolver. Si, cuando nos cansamos de unos coños ya muy vistos y usados preferimos unos chochitos inéditos y jóvenes.  Pero, ¿y nosotras? ¿Podremos hacer lo mismo cuando sus pollas se ablanden?  Pues no, si nosotros no queremos.

 Eso no me parece justo. Nosotras siempre debemos estar dispuestas a desnudarnos ante los tíos para luego ser jodidas por ustedes como si fuéramos animales y, mientras, los tíos no tienen por qué ofrecernos nada más que un masaje con su pene y la leche que de él salga. Es injusto.

 ¿Por qué te quejas, nena? Si gracias a nosotros sois unas tías felices. En fin, no pierdas más tiempo y empieza a masturbarte.  Como mande el señor -calladita estoy más guapa, ¿verdad?-. Con las manos me abriré el coño.  Menos mal que lo reconoces. Sigue, nena

 Y ahora me meteré un dedo en el coño. ¡Uf! ¡Qué gusto que da masturbarse!  Ves cómo siempre tenemos razón. Si todo nos lo debéis.  ¡Ah! Pero que gusto que da masajearse la rajita. ¡Ah! ¡Dios mío gracias por habérnosla puesto para nuestro goce! ¡Ah! ¡Y gracias por los hombres que nos enseñan a jodernos!

 Fijaros chicos en la hembra que os ofrezco. ¿Verdad que es maravillosa? Yo, cuando la vi, quise hacerla mía. Disfruta tanto cuando tiene un orgasmo que hace que casi nos corramos viéndola. Yo, después de lo que estáis viendo, casi no tengo tiempo de joderla antes de eyacular.

 ¡Ah! Don Juan cuanto que sabe usted de nosotras.  Naturalmente, son incontables las tías a las que les hecho el favor de hacerlas mujeres para luego dejarlas pero que bien folladas.  ¿Por qué, cuando termine no me jode un rato a mí? Me da tanta ilusión que me penetre.  Espera un poco.

 Mientras seguiré hurgando buscando el mítico punto “g”.  Y harás bien. Eso te pone a tono, pues te engrasará el coño con tu fluido vaginal y así luego te joderé mejor.  Es usted tan bueno conmigo.  Más me vale. Si no te obligara a masturbarte antes de joderte me molestaría meterla.

 Señor, empiece ya por favor. No me tenga en ascuas más tiempo. Acabaré meándome de gusto de tantas ganas que tengo de que usted me posea y me deje bien follada.  Ten paciencia. Antes muéstrales tus tetas de silicona a estos amigos y hazme morritos.  ¿Así, don Juan?  Muy bien, nena.

 Bueno tíos, me espera una buena polla y ante eso no hay paciencia que valga. Así que ¡adiós y muchos besos de Crissy!  Chicos, espero que os haya gustado esta presentación. Yo también me despido pidiéndoos que no abuséis de las nenas y menos aún si son menores de edad. Besos de Peguy.

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