Me dirijo a vosotros para recordaros las cosas que son necesarias para ser buenas personas, y antes de ponerme a escribiros he hecho mucha oración para que recibáis mis consejos con alegría y buena voluntad. Ser buena persona consiste en estar de acuerdo con lo que Dios quiere de cada uno de vosotros. Para saberlo, habéis de estar muy atentos y procurar no distraeros. Habéis de empezar por tener orden, buen trato los unos para con los otros, compañerismo, amistad, respeto...; porque, amar a Dios es amar al prójimo, al hermano, al compañero, a las personas que se preocupan por vosotros.
El Padre Palau nos recuerda que debemos ser buena gente. Descubrir en los demás el rostro de la Iglesia necesitada (enfermos, marginados, inmigrantes, ancianos, niños abandonados, etc., ayudando sin discriminación de personas. Esta es la primera obra de caridad y servicio.
¿Ayudo a quien lo necesita? ¿Veo el rostro de la Iglesia en las personas necesitadas que me rodean? REFLEXIÓN – COMPROMISO COMPROMISO: Mejoraré mi comportamiento hacia los demás ¿Qué me propongo para conseguirlo?
¡Oh Dios, Padre omnipotente y misericordioso! Te damos gracias y te bendecimos porque infundiste en el corazón del beato Francisco Palau un amor singular a la Iglesia. Cuerpo místico de Cristo, le descubriste su belleza figurada en María e iluminaste para servirla con la oración y el apostolado. Concédenos su pronta canonización en la Iglesia y ahora la gracia especial que por su intercesión te pedimos. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN ORACIÓN: “Conectados a Jesús”