“Carrera de sapitos” Miguel-A.
Me siento confuso ante lo de “la botella medio llena y la botella medio vacía” (entiéndase optimismo y pesimismo). Prefiero beber de la botella hasta el final, sin pensar continuamente en su estado de capacidad. Digamos que soy realista. Tan malo me parece quedarse de brazos cruzados por miedo a estrellarse contra el suelo, como lanzarse sin paracaídas y romperse el alma. EL suelo existe... aceptemos, o nos neguemos su existencia. Ante un presagio de lluvia, ¿qué debemos hacer? ¿Quedarnos en casa por miedo a mojarnos... pensar que es divertido mojarse cantando bajo la lluvia... o llevar un paraguas por si lluviera?. La cuarta posibilidad sería culpar a alguien en caso de mojarse. 66 segundos.
Érase una carrera de sapos Érase una carrera de sapos. La meta estaba colocada en lo más alto de una torre. Y había gran multitud de público viendo el espectáculo y animado a los sapitos. Comenzó la carrera.
Viendo el cansancio de los sapitos, el público empezó a decir: - ¡Que pena! ¡Esos sapitos no lo van a conseguir! ¡No van a llegar a la meta!.
Todos los sapitos, uno tras otro, comenzaron a desistir Todos los sapitos, uno tras otro, comenzaron a desistir. Sin embargo, había uno, uno solo, que persistía, y continuaba subiendo en busca de la meta.
La multitud continuaba gritando: - ¡Que pena! ¡Esos sapitos no lo van a conseguir! ¡No van a llegar a la meta!.
Y todos los sapitos estaban dándose por vencidos Y todos los sapitos estaban dándose por vencidos... salvo aquel sapito que seguía, y seguía, tranquilo, y cada vez con más fuerza.
Una vez llegado a la meta con su esfuerzo, se acercaron a preguntarle sobre su constancia para llegar al final de la competición, mientras todos los demás sapitos habían desistido.
Y descubrieron que... ¡ERA SORDO!. ¡No permitas que personas con hábitos de ser negativas, derrumben las mejores y más sabias esperanzas de tu corazón!. ¡Sé siempre "sordo" cuando alguien te diga que no puedes realizar tus sueños!.