Valor del Servicio.
El servicio que más cuesta es el más bendecido. El que no sirve para servir, no sirve para vivir. El servicio que más cuesta es el más bendecido. El servicio sin humildad es egoísmo.
El fruto del amor es el servicio, el fruto del servicio es la paz. Si no tienes la intención de servir a Cristo, por lo menos salte del camino y deja que los demás le sirvan. El fruto del amor es el servicio, el fruto del servicio es la paz. Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.
Nuestras acciones hablan sobre nosotros tanto como nosotros sobre ellas. El mejor servicio que podemos prestar a los afligidos no es quitarles la carga, sino infundirles la necesaria energía para sobrellevarla. Los hombres más capaces de pensar sobre el amor son los que menos lo han vivido; y los que lo han vivido suelen ser incapaces de meditar sobre él.
Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir. Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa. Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego. Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir.
La disciplina es, por una parte, el mejor camino para la libertad. La disciplina es la mejor amiga del hombre: lo lleva a realizar los anhelos más profundos de su corazón. Las grandes obras no son hechas con la fuerza, sino con la perseverancia. La disciplina es, por una parte, el mejor camino para la libertad.
No hay perfección sin esfuerzo. No hay nada tan difícil que, buscándolo, no pueda encontrarse. Cualquier esfuerzo resulta ligero con el hábito.
Haz las cosas pequeñas con gran amor. Un cínico es un hombre que conoce el precio de todo y no da valor a nada. Comúnmente sólo apreciamos el valor de una cosa después de haberla perdido.
No hay mayor pobreza que la soledad. A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota. No hay mayor pobreza que la soledad. Muchas veces basta una palabra, una mirada, para llenar el corazón de un niño.
Dale valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. El mundo recompensa con mayor frecuencia las apariencias de mérito que el mérito mismo. Cuando las expectativas de uno se reducen a cero, uno aprecia realmente todo lo que tiene.