La Liturgia de este domingo nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la Vida y la Acción de la Iglesia de hoy. Las reacciones y actitudes son las más diversas… - Unos tradicionales, preocupados con los cambios, se separan: “La Iglesia ya no es la misma de antes… Si la Iglesia no hace alguna cosa pronto, va a perder a sus seguidores…"

- Otros, que se llaman progresistas, luchan impacientes con todos los medios, hasta violentos, para introducir trasformaciones más eficientes… La Palabra de Dios de hoy afirma que el Reino de Dios no es obra de los hombres, es obra de Dios y que la Comunidad Cristiana debe tener confianza total en la acción de Dios.

La 1ª Lectura Recuerda que el árbol nace de una pequeña SEMILLA. (Ez 17,22-24) El Pueblo vivía en el exilio y en la esclavitud, sin perspectivas de liberación. El profeta Ezequiel transmite un mensaje de ESPERANZA: Dios no se olvida de su pueblo. Él irá hasta Babilonia, tomará una rama de la dinastía de David y la plantará en lo alto de una montaña de la tierra de Israel.

El pequeño brote crecerá y se convertirá en un cedro magnífico, en el que los pájaros harán sus nidos. - Jesús será el brote del majestuoso cedro que Dios ha plantado en la Tierra. Las aves, que vienen a posar en sus ramas, representan a todos los pueblos del mundo, llamados a encontrar su morada en sus ramas.

En la 2ª Lectura, Pablo, al final de su vida, cansado por los años y por las pruebas, desea reposar para siempre con Dios y con Cristo. Mas está dispuesto a continuar en la lucha con todas sus fuerzas, hasta cuando Dios lo quiera. (2Co 5,6-10)

En el Evangelio Jesús compara el Reino de Dios a una SEMILLA. (Mc 4,26-34) - Jesús inició con éxito su actividad misionera. Sin embargo el primer entusiasmo fue cediendo lugar al desánimo de los discípulos y a las hostilidades de los adversarios. ¿Cuál seria el futuro de la misión de Jesús? - Refleja también la situación de las primeras comunidades cristianas.

Tras el entusiasmo inicial, se sienten dominados por el desánimo, por las dudas, por las crisis y por el abandono de la fe. Marcos usa DOS PARÁBOLAS de Jesús para superar esas crisis de la comunidad: la Semilla y el Grano de Mostaza. Ellas revelan la naturaleza y la dinámica del Reino, que está aconteciendo en la vida de Jesús y continúa realizándose en la comunidad de la Iglesia.

1. La Parábola de la Semilla establece el ritmo de crecimiento del Reino de Dios: El proceso es lento. El labrador siembra y aguarda con paciencia. La semilla va germinando y creciendo lentamente, incluso sin la participación del agricultor. * La fuerza vital de Dios actúa, garantizando el éxito de la cosecha, de la Misión. Los frutos no dependen de quien la sembró, sino de la fuerza de la semilla. El crecimiento del Reino depende sólo de la acción gratuita de Dios.

2. El Grano de Mostaza destaca el grandioso resultado de la acción de Dios. El Reino, una semilla pequeña e insignificante al comienzo, se convierte en propuesta universal, abierta a todas las naciones y pueblos, que van aceptando el proyecto de Dios, sembrado por Jesús. Así el Reino de Dios es un árbol frondoso, amplio y acogedor. GRANO DE MOSTAZA FE COMO UN

¿Qué nos dicen hoy a nosotros estas Parábolas? Nos evocan la fuerza de la Palabra de Dios, en la vida y en la acción de la Iglesia. - Ciertas personas andan preocupadas porque los grupos son pequeños, las comunidades comprometidas son cada vez más escasas, los equipos reducidos, las grupos pastorales caminando con poca gente. Tienen como referencia una religión de éxito, con estadios llenos, celebraciones pomposas...

- A ciertos sacerdotes y educadores les gustaría que la semilla de la Palabra produjese enseguida su fruto. No ven el resultado. Y angustiados se preguntan: “¿Vale a pena continuar sembrando?" En las parábolas, Jesús da una respuesta, que nos devuelve la alegría y el optimismo.

Después de haber sembrado, ¿qué nos queda por hacer? Ser pacientes y perseverar… SEMBRAR Y SABER ESPERAR… Después de sembrada, la semilla germina y crece sola en virtud de la fuerza que posee en sí misma. No depende de los métodos utilizados por el sembrador. El tiempo de la cosecha vendrá, mas solo Dios sabe el día y la hora. Nadie puede acelerar el Reino de Dios.

+ ¿Cuál es nuestra actitud ante el agricultor, que SIEMBRA con generosidad y sabe ESPERAR con paciencia? - ¿Tenemos FE en la fuerza de la semilla, aunque no veamos los frutos? - ¿Estamos convencidos de que el Reino de Dios es más obra de DIOS, que fruto del trabajo humano?

P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS El Reino de Dios es una pequeña semilla. Estamos llamados a continuar sembrando con fe y confianza. ¡Vale la pena sembrar!... ¡Sólo así podremos cosechar!... Pon semilla en la tierra, no será en vano...

MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Busca la dirección: Traducción: P. José Luis Uranga, CMF Música: Toda Semente CD7 - Grupo vocal Isaec