Dios nos hace nuevos (Génesis 32:28-31)

Dios nos hace nuevos “Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma. Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera. (Génesis 32:28 – 31 vrv)

Introducción: ¡Tú no tienes que seguir igual! En la conversión el Señor nos da una nueva identidad. Miremos la historia de Jacob, y como Dios trata su alma. ¿Has estado pidiendo que Dios te bendiga? ¿Cuál es la disposición para escuchar sus instrucciones? ¿Que pasos debes tomar para que Dios cumpla su propósito en ti? Dios nos hace nuevos

Dios nos da una nueva identidad (Génesis 32:28) Dios está diciendo hoy a muchos de nosotros: Por encima de todos tus pecados, tus costumbres, tus errores, tus fallas, tus faltas, veo un príncipe o una princesa. Tú puedes ser algo grandioso. Tu puedes ser, para lo que te formé. Dios nos hace nuevos

Dios nos bendice (Génesis 32:29) En el fondo, deseamos desesperadamente la bendición de Dios. Si queremos la bendición de Dios, tenemos que tomar los pasos que Dios requiere de nosotros. El trato de Dios a nuestra vida es clave, el trato a nuestro carácter, da forma a nuestra alma. 1ª Pedro 3:3-4 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Dios nos hace nuevos

Dios le dio a Jacob una cojera (Génesis 32:31) Cuando Jacob luchaba con el ángel de Dios, le dislocó la cadera. Jacob se fue cojeando y le sirvió como recuerdo diariamente para depender siempre de Dios. Dios hace su trabajo mas profundo en tu vida, cuando trata con tu identidad, quien eres y como te ves a ti mismo. Tenemos la inclinación a actuar de acuerdo a la forma que pensamos acerca de nosotros. Así que Dios hace estos cambios profundos en nuestra vida, cambiando la forma en que tú mismo te ves. (nuestra cojera) Dios nos hace nuevos

¡Para que lo recuerdes! El Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón. (1ª. Samuel 16:7) Dios nos hace nuevos