Hugo Hernández Chaivez. Yurena Santana Suárez.

Se trata de una entrevista de la sección "Vida" del periódico digital La Vanguardia publicada el 29 de septiembre. En esta entrevista Pedro García habla sobre su libro "Aprender a educar. Evitar el mal comportamiento y el fracaso escolar", que escribió de la mano de Francisco Castaño Mena, en el que relata las claves para evitar tener hijos tiranos y para evitar el fracaso escolar. También comenta los "tres errores a evitar en la educación de los hijos" y contesta a preguntas relacionadas con los fallos más comunes de los padres con sus hijos. En lo que me podría ayudar el texto a nivel profesional sería quizás a cómo ayudar a mis alumnos a superar sus miedos, en la medida de lo posible, e intentar evitar el fracaso escolar a través de aconsejar a sus padres.

Con las afirmaciones que no estamos de acuerdo en el texto es, por ejemplo con decirles a los niños cuando se equivocan: “a que da rabia, a que sí, a que pataleas…”. No me parece la forma más adecuada de hablarle a un niño, creo que es como darle de merecer, pienso que lo que hay que enseñarle es que no es malo equivocarse pero que lo que hay que saber es asumir las consecuencias de los actos y aprender de esos errores para no volver a cometerlos. Tampoco estamos de acuerdo con decirle a un niño; “llora, patalea o grita” cuando se hace daño para expresar sus sentimientos, lo que hay que enseñarles es que no pasa nada por llorar si algo te duele o te sientes triste, o en expresar tus sentimientos pero también hay que aprender a saber levantarse…

Tampoco estamos de acuerdo con la respuesta que da el entrevistado a la periodista cuando ésta le pregunta: “¿Qué podemos hacer los medios de comunicación para mejorar la educación de nuestros hijo?”, a lo que él responde: “los medios de comunicación no tienen la culpa”. Creo que no responde a la pregunta que se le ha planteado sino defiende a la televisión, su trabajo hoy en día, como si la periodista le estuviera echando la culpa de algo a los medios de comunicación. A su respuesta: "... Como padre debes sentarte con tus hijos y explicarles qué estás viendo", debo decir que es cierto que son los padres los que deben decirle al niño lo que no debe ver, pero la televisión ofrece muchísimos más programas “basura” que educativos o culturales. También es cierto que la programación de los medios de comunicación se rige por los índices de audiencia y que si la gente no viera estos programas probablemente no estarían en antena, pero quizás tampoco han intentado otro tipo de televisión y tiran de la audiencia fácil.

En éste caso, al tratarse de una entrevista y no un artículo, toda la información y provecho que se le podía sacar está supeditada a las preguntas y en mi opinión no son las más adecuadas además de ser ambiguas. Creo que también falta rigor científico en los temas que se tratan, en los términos que se utilizan y un mayor contrastado de datos de las estadísticas que se comentan. Ni la entrevistadora ni el entrevistado son psicólogos ni pedagogos, por lo que mucho de lo que comentan es especulativo y basado en clichés. Todas las afirmaciones deben estar sustentadas en fuentes o estudios que se puedan aportar, contrastar o citar.

Bajo mi punto de vista la entrevista como tal no, pero si tal vez el conocer la opinión que sobre éste tipo de personajes tiene el alumnado. Gracias a la proyección televisiva que tiene, es altamente probable que lo conozca un porcentaje alto de la clase y que también un porcentaje alto haya visto su programa. Se podrían hacer visionados cortos de situaciones de su programa y también podrían servir para comentarse ciertos temas y comportamientos que se tocan en él e intentar entenderlos desde la óptica y el debate de los propios alumnos.

Tal vez en una Unidad que tratara el comportamiento de los adolescentes y de los factores que influyen en él. Y también en el papel que juegan los medios de comunicación en ese comportamiento y en esa educación. Los jóvenes necesitan modelos a seguir y cuando no los tienen cerca, en casa o en sus círculos, los buscan en los medios de comunicación.

Como comenté antes, me parece muy poco seria la entrevista y sobretodo ciertas respuestas del Sr. Pedro García Aguado. Es evidente que no tiene una formación adecuada en la materia y nos pretende hablar con una propiedad y una autoridad que no tiene. Entiendo que quiera ser coloquial y cercano, pero expresiones como “Patológicamente cabrones”, “No sabes sentirlo porque eres un capullo”, “Si la has cagado apechuga”, “Se cabrean y montan un pollo”, “País con los jóvenes con menos capacidad de desarrollar algo…” y opiniones como que “La culpa es de los padres, del colegio y del sistema educativo, pero los medios no tienen ninguna culpa, sólo te dan entretenimiento, cultura y noticias” me parecen lamentables y respondiendo claramente a intereses personales.

Dice abiertamente que no sabe lo que es inteligencia emocional, pero nos da su opinión. En vez de recurrir a estadísticas para comprobarlo comenta que no sabe si estamos mejor o no que antes y estereotipa al movimiento de los “indignados” etiquetándolos como una “masa social del titular que no es crítica y que recoge entre sí a los más indocumentados”. Desde luego no recomendaría en absoluto un libro de estas características que cae en todos los lugares comunes. Ya sabemos que no se debe sobreproteger, que hay que ser padres responsables y que hay que ejercer como tales y no como colegas, pero la dificultad radica en cómo proceder con ellos, cómo entenderlos, y qué procesos cognitivos ocurren en los adolescentes, y para esto necesitamos de los expertos, no de cualquier coach de autoayuda con aires mesiánicos.