Para poder alcanzar la felicidad anhelada primero tenemos que conocer que estamos formados por el cuerpo,

el alma

y el espíritu.

El cuerpo es nuestra estructura física, integrada por sistemas, compuesta por órganos conformados por tejidos que están formados a su vez por células compuestas por moléculas.

Junto con el cuerpo está el alma donde tenemos la razón, la voluntad y los sentimientos, aquí tenemos el poder de decisión, las emociones, y en general nuestra personalidad, nuestro yo.

Muchas veces el área de los sentimientos y de las emociones son muy afectadas, de ahí vienen los problemas de rencores, temores, vacíos y soledades, que pueden desencadenar en una enfermedad física.

Nuestro sistema nervioso central percibe sensaciones y es capaz de elaborar una respuesta mediante la transmisión de impulsos nerviosos a través de las redes neuronales, que llegan a un sin fin de órganos efectores situados en todo nuestro cuerpo, entre los cuales se pueden mencionar los músculos para ejercer ordenes físicas y las glándulas que responden químicamente segregando hormonas.

Un ejemplo que sirve para ver el efecto del sistema nervioso central podría ser cuando hay estrés y ansiedad, el cerebro envía una señal a las glándulas adrenales para que liberen la hormona cortisol, si esta situación permanece por tiempo prolongado, los niveles de cortisol se mantendrán elevados, esto produce problemas metabólicos, se elevan los niveles de glucosa en sangre y al no utilizar el cuerpo la fuerza muscular, este exceso de glucosa en sangre se deposita como grasa en el tejido adiposo, a nivel cerebral se puede producir problemas en los centros de control del apetito y hambre.

Otro ejemplo muy conocido es que el estrés también aumenta los riesgos de contracturas musculares.

La mayoría de las depresiones primarias son debidas a un trastorno bioquímico y metabólico cerebral motivado por el descenso en el cerebro de una serie de sustancias neurotransmisoras llamadas endorfinas, una de ellas es la serotonina. Los bajos niveles de serotonina están relacionados con el estrés, el insomnio, la migraña, la depresión, la angustia, la ansiedad, el miedo y la agresividad.

¿Como podemos alcanzar de forma natural los niveles adecuados de estos neurotransmisores cerebrales para vivir en equilibrio físico (cuerpo) y psíquico (alma)?

Viviendo una vida sin excesos, siguiendo una dieta sana y equilibrada, haciendo ejercicio al aire libre, aprovechando nuestro ratos libres para desarrollar actividades agradables... con todas estas actitudes beneficiamos nuestro cuerpo y nuestra alma

Sin embargo... ademas estamos conformados por el espíritu (1ª tesalonicenses 5:23), es el medio a través del cual podemos tener comunicación con Dios (1ª corintios 6:17),

¿de donde vengo?, ¿a donde voy?, ¿para que existo?, todas estas respuestas las tiene Dios para el ser humano. aquí se manifiesta la fe en Dios, los principios de vida, los valores y se resuelven las preguntas que uno se puede platear como:

Cuando nuestros valores son los mismos de Dios, tenemos un estilo de vida acertado en pensamientos, sentimientos y decisiones y tenemos la capacidad de resolver las equivocaciones por medio de la sabiduría que Dios nos da (Proverbios de Salomón).

Conociendo a Dios que es trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo), tenemos la oportunidad de vivir en armonía con nuestro cuerpo, alma y espíritu.

El Señor Jesucristo es la paz, al estar ligados a la paz de Dios, automáticamente nuestra alma descansa en esa paz que sobrepasa todo entendimiento, así vivimos con esperanza lo cual es el todo.