2.Me doy cuenta de lo que eso me incomoda, cuánto tiempo lo he llevado a cuestas, y lo negativo que me resulta llevarlo. Me veo como un peregrino excesivamente cargado. Reconciliación Perdonarme…Perdonarme… 1.Recuerdo algo que me pesa en mi historia, o algo que deseo mejorar, porque, no estoy conforme (no encuentro mi forma).
3.Recuerdo también los motivos que tuve en esos momentos. Me doy cuenta de lo importantes que fueron para hacer o dejar de hacer lo que hice. 4.Me doy cuenta que Dios conocía, conoce y comprende esos motivos.
5.El Dios en el que creo, me ama incondicionalmente, me acepta incondicionalmente, y no me cambiará por nadie. Me valora con todo lo que soy y he hecho. Él comprende mis motivos y mi fragilidad, y sabe que sufro por ello y no quiero volver a hacer eso, ni a depender de ello, ¡quiero ser mejor! 6.Me imagino que soy un peregrino que ¡por fin! deja esa pesada carga. Ya no la voy a llevar más, busco un lugar donde dejarla, y ¡la dejo!
perdonarperdonar 3.No juzgo sus motivos (como Dios no lo hace conmigo), sólo acepto que los tienen y trato de entenderlos poniéndome en sus zapatos. a o t r o s… 2.Así como he aceptado los motivos de mi accionar errado, voy a aceptar que esas personas han tenido y tienen sus propios motivos. 1.Recuerdo las personas que siento que me han ofendido y herido.
5.Traigo a la memoria y al corazón las palabras de Jesús: “No he venido a condenar sino a salvar”. 6.Me doy cuenta cuánto me hermana esto con Jesús y cuán hijo/a de Dios me siento. 4.Hago intención de querer perdonarlos, así como me he aceptado y perdonado.