3 de octubre de :30 de la mañana. Bárbara, de tan sólo 13 años, camina atrasada hacia su escuela. De pronto, un desconocido en un auto blanco le ofrece llevarla hasta el Liceo Eleuterio Ramírez. No es un vehículo de transporte regular, como los que transitan en Santiago; sino que es un taxi clandestino, como muchos otros que circulan libremente por los senderos pedregosos de Iquique. El chofer parece un tipo confiable. Viste jeans y una polera gris con un logotipo municipal. Ese día, Bárbara no llegará al colegio. Días más tarde, Bárbará volvió de la pampa para contar cómo se convirtió en una víctima más de Julio Pérez Silva, el llamado psicópata de Alto Hospicio.
Por varios años, el desierto guardó los cuerpos de catorce jóvenes…
Sus familias aún esperan justicia. A las muertes se sumó la discriminación y negligencia.
Durante meses lucharon por descubrir qué pasó con sus hijas…
Su pobreza no los detiene
Sólo la pampa escuchó sus gritos.
UNA INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA DE EXCEPCIÓN QUE RECONSTRUYE UNO DE LOS ASESINATOS EN SERIE MÁS ATERRADORES DE LA HISTORIA DE CHILE
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