En el centro oriental de la región turca de Anatolia, a espaldas de la impresionante cadena montañosa del Tauro, en la cima del monte Nemrut Dagi, a 2150 m. de altitud se encuentra el legendario mausoleo de Antíoco I rey de Comagena, que lo mandó construir en el siglo I a. C.

En el año 1881 Nelmut Von Moltke, por comentarios de los lugareños, decide ascender la montaña y para su asombro descubre que la cima estaba coronada por un montículo de minúsculas piedras apiladas y restos de enormes estatuas esparcidas a su alrededor.

Los movimientos sísmicos que con frecuencia sacuden la región de la Anatolia son los responsables de los desperfectos del mausoleo.

La altura de las estatuas oscila alrededor de los ocho metros y representan a los dioses y hombres divinizados por Antíoco I.

Las cabezas representan a Hércules, Antíoco I, Zeus, la diosa Fortuna, Apolo, Mitra, Helios, Hermes y Alejandro Magno.

Antíoco I fue soberano del pequeño reino de Comagena, que floreció entre la región de Cilicia y el Eúfrates desde el año 69 a.C. al 72 de nuestra era.

Antíoco I, según él mismo, era descendiente por parte de su padre, Mitrídates, de Darío el Grande y por parte de su madre, Laodicea, de Alejandro Magno.

Antíoco I reinó entre los años 69 y 32 a.C. ante la amenaza del creciente y poderoso imperio romano y el persa.

Su actitud sumisa a los dos grandes imperios la compensó con la construcción, para su mayor gloria, de uno de los más impresionantes monumentos funerarios de la historia de la humanidad.

El mausoleo lo erigió en el punto más alto de su reino, sentándose junto a los dioses y creer, de ésta manera, que podría seguir dominando el reino de Comagena. El túmulo mide 50 m. de altura y 150 m de diámetro, estando rodeado por tres terrazas escalonadas y adornadas por las colosales estatuas

“ Yo, Antíoco, he mandado erigir éste mausoleo para mi mayor gloria y gloria de los dioses” : así reza en una de las inscripciones grabadas en la parte posterior de los tronos de las terrazas oriental y occidental. Antíoco I pretendía ser el líder de una nueva religión, fruto del sincretismo de los elementos religiosos greco-romanos y persas.

La terraza de la parte oeste tiene una gran losa con un león y dónde se muestra la posición de las estrellas y de los planetas Júpiter, Mercurio y Marte el 7 de Julio del 62 a.C. posible fecha del inicio de su construcción.

Las diferentes excavaciones llevadas a cabo hasta la actualidad no han conseguido encontrar la tumba de Antíoco, a pesar de lo cual se sigue pensando que se trata del lugar de su sepultura.

En 1987, la UNESCO catalogó al Monte Nemrut como patrimonio de la humanidad.