La Regla de Oro

Jesús quiere que seamos sus discípulos: Mateo 28:19-20 Introducción Jesús quiere que seamos sus discípulos: Mateo 28:19-20 El “Sermón del Monte” fue predicado principalmente a los discípulos: Mateo 5:1-2. No podemos ser ciudadanos del reino si no seguimos las enseñanzas de Jesús: Mateo 5:20.

La Regla de Oro Llevarla a cabo nos hace “ricos” delante de Dios. El nivel de interés que tengamos en cumplir La Regla de Oro denota el interés que tenemos de agradar a Dios y llegar al Cielo. ¿Quiere usted ir al Cielo?

INTRODUCCIÓN “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas” Mateo 7:12

La Regla de Oro Expresa un principio fundamental del reino de los cielos. Los ciudadanos del reino de los cielos la practican. Con esta regla Dios nos gobierna. Si no la aceptamos rechazamos la voluntad de Dios. Aceptaremos esta regla si somos guiados por el Espíritu Santo.

Cristo es el Maestro . Debemos seguir su ejemplo de humillación Vivir como vivió Jesús. Hablar como habló Jesús. Servir como sirvió Jesús. . No podemos ser cristianos si no seguimos el ejemplo de Cristo

Otras filosofías La religión HINDÚ: No hagas nada a otros que si te lo hicieran a ti te pudiera causar dolor. La religión BUDISTA: No dañes a otros con lo que pudiera dolerte a ti mismo. La religión MUSULMANA: Ninguno de ustedes es creyente hasta que desea para su hermano lo que desea para si mismo. Las tradición JUDÍA: Lo que es odioso para ti, no lo hagas a tu prójimo.

No hagas a los otros lo que no deseas que ellos te hagan a ti. Comparación Cristo Haz a los otros lo que deseas que ellos te hagan a ti Filosofías humanas No hagas a los otros lo que no deseas que ellos te hagan a ti. ¿Nota la diferencia?

La Regla de Oro “Así que …” Es la conclusión de lo que se ha dicho en el Sermón del Monte respecto al comportamiento que debemos observar con nuestro prójimo. "Por eso" (La Biblia de las Américas). "Por tanto" (Versión Moderna)

La Regla de Oro aplicada En las “bienaventuranzas”: Mateo 5:7. En el enojo: Mateo 5:21-22 En fidelidad matrimonial: Mateo 5:27-28. En el divorcio: Mateo 5:32. En la mentira: Mateo 5:37. En el amor a los enemigos: Mateo 5:39, 44. En el rencor: Mateo 6:14-15. En el juicio hipócrita: Mateo 7:5.

La Regla de Oro “todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros …” ¿Cómo quiere que otros lo miren? ¿Cómo quiere que otros lo consideren? ¿Cómo quiere que otros hablen de usted? ¿Cómo quiere que otros lo traten? Cuidemos nuestro lenguaje cuando la persona de quien hablamos no está presente para defenderse

¿Está haciendo usted esto? La Regla de Oro “así también haced vosotros con ellos …” Es un mandamiento de Cristo: Es nuestro deber. Así como queremos que otros hagan con nosotros, así también debemos hacer con ellos. ¿Está haciendo usted esto?

“porque esto es la ley y los profetas” La Regla de Oro “porque esto es la ley y los profetas” Este mandamiento es el corazón de lo que requiere Dios en la conducta humana desde el principio del mundo. No es TODA la ley. Es la expresión resumida de lo que Dios requiere de los hombres frente a su prójimo.

La Regla de Oro Es nuestra “navaja de bolsillo” En el trato con inconversos. En el trato con algún hermano. En el trato de nuestros familiares. En el trato de nuestros amigos y vecinos. En el trato de nuestros enemigos.

Debemos practicar esta Regla Existe la desafortunada y popular filosofía de “superar a otros”. Cosas que no importan al practicar la Regla de Oro: Si es una persona muy pobre. Si es de otra nacionalidad y cultura. Si es o no nuestro enemigo. Si merece o no nuestro respeto. Si es una persona muy desagradable. Lo importante es practicar siempre: La Regla de Oro. Todo necesitan nuestra consideración.

CONCLUSIÓN La Regla de Oro es fácil de comprender. Pero no es fácil de practicar … Es necesario someterse a Dios para practicarla. ¿Lo está haciendo usted?

MATEO 7:12 Qué maravilloso es saber que Cristo no miró su propio beneficio cuando vino al mundo a morir por nosotros. Cristo se humilló por nosotros. ¿Se humillará usted delante de Dios? Marcos 16:16 1 Juan 1:9