Nuestro Dios es ternura. Juan, 15, 9-17 VI domingo de Pascua –B- 21 de mayo de 2006

9 Como el Padre me ama a mí, así os amo yo a vosotros. Permaneced en mi amor. El amor que Jesús nos tiene es el mismo que el Padre le tiene a Él. Esa es la fuente de nuestra alegría. Repite la necesidad de permanencia en Él. El verdadero amor es permanencia, no es caduco.

10 Pero sólo permaneceréis en mi amor, si obedecéis mis mandamientos, lo mismo que yo he observado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Os he dicho todo esto para que participéis en mi gozo, y vuestro gozo sea completo. Conocemos a Dios porque hemos visto cómo es Jesús. Amar como Jesús, médico, pastor... “papá”, es algo NUEVO, para entenderlo nos lo tenía que revelar. Lo tenemos que ir aprendiendo mirando a Jesús.

12 Mi mandamiento es éste: Amaos los unos a los otros, como yo os he amado. 13 Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos. 14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando El amor al que estamos invitados tiene dos vertientes: sentirnos amados por Dios y amar como respuesta. La primera es experiencia íntima, cuestión de fe. La segunda nuestra misión: ser la presencia del amor de Dios. Empujar a la humanidad hacia la vida en el amor.

15 En adelante, ya no os llamaré siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su señor. Desde ahora os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre. La amistad supone comunicación,hacer nuestros los proyectos y sentimientos de quien amamos. Jesús nos ha hecho saber lo que él sabe, que Dios es Amor. La “moral” más exigente que podamos pensar basada en el amor, no en premios ni castigos. La conciencia de ser supone una tensión espiritual, la mayor exigencia y la mayor liberación.

16 No me elegisteis vosotros a mí; fui yo quien os elegí a vosotros. Y os he destinado para que vayáis y deis fruto abundante y duradero. Así, el Padre os dará todo lo que le pidáis en mi nombre. 17 Lo que yo os mando es esto: que os améis los unos a los otros. La iniciativa la tiene Él y su amor es totalmente gratuito. No nos ama porque seamos buenos, su amor es el que nos hace amables, justos y buenos. Amar a los demás, comprometernos con sus aspiraciones y necesidades, es la manera de acoger el amor que Dios nos tiene. es la manera de acoger el amor que Dios nos tiene.

Creo en Ti, Padre/Madre con quien puedo contar siempre. Creo en Jesús Camino seguro, Verdad liberadora, Vida verdadera. Creo en el Espíritu, que me da la Libertad. Creo en la bondad y en la limpieza de corazón, creo en la exigencia y en la pobreza, creo que es mejor dar que recibir, creo que servirte es servir a todos mis hermanos y hermanas, creo que mi vida tiene valor y sentido creo que me quieres y me ayudas. Creo en Ti, Señor, fortalece mi fe.