Peguy Alison

 La historia comenzó cuando, intentando relajarme después de un día de duro trabajo, Vicky, una de mis mejores amigas y con la que compartía muchas cosas, apareció en mi baño.  La confianza mutua era total, por eso teníamos las llaves de nuestras casas, y aunque el cariño que nos teníamos era mucho, nunca pensé que llegaría a acabar como lo hizo.

 Susi –me dijo al verme- me gustaría compartir tu baño y que me lavaras como sólo tú sabes hacerlo. No era la primera vez.  Yo, una vez que desnuda se metió conmigo en el baño, la enjaboné y le masajeé sus partes más íntimas con cariño.

 Le besé los brazos, le acaricié la espalda y, a medida que iba avanzando con mis cariñitos, notaba que ella se iba poniendo cada vez más tierna.  Las dos estábamos empezando a sentir el placer de estar juntas haciéndonos arrumacos la una a la otra. Era bonito y al mismo tiempo placentero.

 En un momento determinado, perdí el control y, cogiéndola de las nalgas, la senté en el borde de la bañera y abriéndole las piernas contemplé su sugerente coño…  Y Vicky se me entregó y yo disfruté. Su cuerpo era precioso y todo él era mío.

 Sus tetas eran firmes y tersas y ella me miraba y gemía al tiempo que yo bebía en su coño el néctar que de él le salía.

 Cuando me casé de tanto libar de la flor de su tesoro, apoyándome en la bañera me regodeé con las cosas que me acababan de pasar.  Estaba emocionada por aquel tránsito de la amistad al amor. Ya antes habíamos jugado con nuestros cuerpos, pero ahora los habíamos sentido como de la otra.

 Mientras, Vicky, en el otro extremo de la bañera, parecía que también estaba ensimismada con lo sucedido, sin que me diera cuenta, fue abriéndome las piernas y me acarició.  Pero no podía dejarle tomar a ella la iniciativa pues esa era prerrogativa mía, así que, cogiéndola de las axilas…

 La levanté, la puse de espaldas, y abriéndole el coño, como sólo sabemos hacerlo las mujeres, le introduje el cuello de una botella de cava, cuyo líquido en su interior derramé.  Ella no se resistió, al contrario, colaboró y con vaivenes cada vez más acusados me indicó que le gustaba y que me agradecía esta nueva muestra de amor.

 A pesar del agua que le chorreaba notaba cada vez su coño más húmedo de placer y empezaba a sentir yo misma un orgasmo tan fuerte como el de ella.  ¡Qué cuerpo tan lindo tenía! Todo en él era perfecto, de la cabeza a los pies. Yo lo quería todo para mí y ella me quería a mí también.

 El cava junto al jugo de su coño fue tanto, que apenas podía sorberlo, y ella se sentía feliz de darme de beber.  Ella se me ofrecía y yo la poseía también. Las dos queríamos lo mismo y las dos empezamos a amarnos también.

 Satisfechas y contentas nos entregamos al placer de vernos y querernos.  Las promesas de amor vinieron después y nos entregamos una a la otra, esclavas del amor de una a la otra también.

 Nos abrazamos temblorosas por la decisión tomada, seríamos una pareja por el amor cazadas.  Lloramos de alegría y decidimos el día en que un juez nos casara

 Llegado el día, yo y mi novia Vicky, nos juntamos en mi casa para vestirnos para nuestra boda con nuestras mejores galas.  Yo, con mi tatuaje, parecía que llevara un tanga  Mientras que Vicky se puso un conjuntito blanco cual novia recatada.  Ella llevaba liguero, yo no llevaba nada y sólo me ajusté las medias al muslo.

 Con nuestros conjuntitos listos, negro y con suje el mío y ella blanco y sin nada que tapara esas preciosas tetas que yo tanto amaba, estuvimos listas para lo que pasara.  Las dos llevábamos medias de cristal pero haciendo conjunto con nuestra preciosa ropita interior.  Ella se puso guantes blancos como perfecta casada, mientras yo llevaba tatuajes pues era la que mandaba.

 Mi vestido rojo pasión contrastaba con su blanco vestido de novia.  Aunque ella estaba preocupada por el paso que íbamos a dar, sé que el amor la embargaba y deseaba que cuanto antes llegara el momento de, casadas, proclamar ante el mundo nuestro amor sin importarle nada lo que dijera la gente de las relaciones entre mujeres, porque son muy humanas.  A mí me pasaba lo mismo, pero disimulaba.

FIN  Y aquí nos tenéis, casadas y alegres, pues el amor ha triunfado entre nosotras y las dos manifestamos que nos queremos hasta siempre. Aunque el amor es posible de muchas maneras no lo busquéis entre los niños. Por ello: NO A LA PEDOFILIA