La vida interior En la Beata Laura Montoya. Fotos: National Geographic

Para tener vida interior, debemos vivir unidas a Jesucristo, solo así circulará por nuestra alma la savia de su Espíritu.

el mismo ser de Dios, se pone en contacto con el alma humana. Vuestro interior , es el altar en donde el mismo ser de Dios, se pone en contacto con el alma humana.

A Dios se le gusta se le siente y se le ama, pero no se le define A Dios se le gusta se le siente y se le ama, pero no se le define. Solo al amor le es dado alcanzarlo.

Jesús no mora en las almas que no aman lo que El ama, y que rechazan del corazón aquellas que El ha redimido con tanto ardor.

Solo la vida interior,bién llevada e intensa, puede encender y prender el amor en el corazón.

Los verdaderos contemplativos cuando llegan a mucha perfección del amor, o se tiran por los caminos apostólicos, o mueren. No tiene otro remedio el amor.

Jamás esta solo el que tiene a Dios.

El recogimiento interior, es camino para acrecentar el conocimiento y el amor.

Lo que santifica es la sumisión constante a la voluntad de Dios,que es la mas bella expresión del amor.

El alma unida a Dios por el conocimiento y el amor, da frutos de virtudes y de obras grandes a los ojos de Dios.

Secarse, es perder el gusto por las cosas de Dios.

Camino por la mortificacion, hacia la vida del Espíritu.

Dios es tan buen pedagogo que nos lleva de lo fácil a lo dificil, con mucha suavidad.

Todo el fin de la vida, es hacernos santos. Jam

Dios, necesita encontrar el corazón vacío de todo lo terreno,para poder tomar absoluta posesión de él.

Teniendo a Dios en el interior, Se vive contento de todo.

Al hombre no le exige Dios entender sino, creer y adorar.

Se une a las almas puras como atraido por um imán irresistible. Dios mora en los corazones puros y la pureza tiene tal atracción para El que Se une a las almas puras como atraido por um imán irresistible.

La unión con Dios, es la identidad de nuestro entendimiento con el de El y de nuestra voluntad con la divina.

El deber es lo que Dios nos pide ante todo. El deber cumplido por amor.

Trabajar en mi santificación, es también asunto de la gloria de Dios.

Tratar con Jesús, aún sin comprender su palabra, es santificarse.

Donde hay ejercicio de virtudes, anda Dios.

Teniendo a Dios en el interior, se vive contento de todo.

Si las obras solas ocupan nuestro tiempo, corto será el tiempo de andar sin derribarse.

A la santidad, no se llega sino por los caminos recorridos por Nuestro Señor Jesucristo, que no son otros que los caminos de la humillación, la paciencia, la caridad y el dolor.

Dios hace los santos en aquellos que le glorifican y se olvidan de si mismos, por amor a El.

Toda mi vida espiritual se há reducido a estar queda y sin voluntad: sin existencia separada de Dios

Si el amor no crece !que pena! Y si crece, no cabe y vence.

Dios hace los santos en aquellos que le glorifican y se olvidan de si mismos,por amor a El.

Los santos son verdaderos héroes del amor.

Nadie debe hacer lo más perfecto, lo mejor, lo más agradable, ni siquiera lo que mejor sirve a Dios, sino lo que El quiera. Esto viene a ser lo más perfecto para cada uno.

!Bendita mil veces, la Santa presencia de Dios en nuestras almas que no va de paso.

Dios en la persona que le es fiel hace morada permanente por la gracia santificante y por otros modos hermosisimos y altísimos.

Textos: Huellas de luz de la Beata Laura Montoya Upegui Fotos del centro de la tierra. elsyoquendo@colombia.com