PATRISTICA LOS PADRES APOSTÓLICOS Y LOS APOLOGISTAS La Patrística PATRISTICA LOS PADRES APOSTÓLICOS Y LOS APOLOGISTAS

Conceptos La Patrística es una rama de la historia (aunque algunos prefieren incluirla dentro de la teología) que estudia los escritos, vida y pensamiento de los llamados Padres de la Iglesia. Padres de la Iglesia:Nombre dado a los primeros escritores eclesiásticos de reconocida inminencia. La Iglesia Católica extiende este nombre hasta el siglo XIII,considerando como el último padre de la iglesia a Bernardo de Claraval.

Otros sostienen la tesis que considera como Padres de la Iglesia a los escritores cristianos desde finales del siglo I hasta el siglo VII, terminando con Gregorio Magno en Occidente y Juan Damasceno en Oriente. Otros prefieren cerrar el ciclo con los tres Padres Capadocios (Basilio, Gregorio Nacianceno y Gregorio Niceno). Y algunos, más estrictos, limitan la era de los llamados "Padres" al siglo II, incluyendo únicamente a los conocidos como Padres Apostólicos y los Padres Apologistas Griegos.

Para ser reconocido como padre de la iglesia, tiene que cumplir con cuatro características: 1. Ortodoxia doctrinal. 2. Santidad de vida. 3. Aprobación eclesiástica. 4. Antigüedad.

Se llama Padres Apostólicos a aquellos que muchos consideran fueron discípulos de los apóstoles, contemporáneos o inmediatamente posteriores a ellos (95-150d.C). Se distinguen igualmente los Padres Apologistas, que hasta Constantino lucharon por el triunfo del cristianismo sobre el paganismo y el gnosticismo que se había introducido en la iglesia (Orígenes, Tertuliano, Lactancio, etc.), y los Padres Dogmáticos que, después de Constantino, organizaron la doctrina cristiana y la defendieron contra los herejes, especialmente la arriana (Juan Crisóstomo, Jerónimo, Agustín, etc.).

Características de la educación patrística En el mundo helenístico-romano la ‘buena nueva’ anunciada por Jesucristo se propaga rápidamente en la segunda mitad del siglo I. Para el cristianismo el hombre ya no era ciudadano de una ciudad real, sino de la ciudad ideal, que san Agustín llamaría la ‘Ciudad de Dios’.

Incita a la regeneración moral a través de la fraternidad, caridad, y el amor, enseñanzas de Jesús recogidas en los evangelios de San Mateo, San Marcos y San Lucas, llamados evangelios sinópticos. Jesús había opuesto a la ley del Antiguo Testamento, de ‘ojo por ojo, diente por diente’, la de ‘Amad a vuestros enemigos, orad por los que os persiguen, para que seaís hijos de vuestro padre que está en los cielos’.

En el cuarto evangelio de san Juan, la persona de Cristo se interpreta mediante el concepto del logos, que estaba en el libro de la sabiduría del Antiguo Testamento. El logos, es decir, Jesús se atribuye la función de mediador entre Dios y el mundo, y de salvador del mundo. En las Epístolas de San Pablo se encuentra una interpretación análoga. En san Pablo aparece la división entre la vida según la carne, y la vida según el espíritu.

La educación a)Su ideal es formar al hombre espiritual miembro del reino de Dios, fundada en las enseñnazas de los evangelios, y precedía al acto del bautismo o al inicio de una vida cristiana, o del ágape cristiano. (ágape para los griegos era amor incondicional y reflexivo, amor a la verdad. Para los cristianos era el amor especial por Dios, el amor de Dios para el hombre, amor autosacrificante)

Si bien al principio la educación se confiaba a simples cristianos, esta quedó a cargo de sacerdotes preparados, durante tres años en la historia sagrada, vida y predica de Jesús, preceptos morales, quienes enseñaban en las ‘escuelas de catecúmenos’ o candidatos al bautismo. Esta educación no modifica el carácter esencialmente elitista de la educación antigua.

Para enfrentar al paganismo (palabra que proviene del latin, que significa aldeano, paisano, y fue usado para combatir a las antiguas religiones) y a los gnósticos (del griego gnosis: conocimiento. Los gnósticos eran corrientes filosófico-religiosas que llegaron a mimetizarse con el cristianismo en los tres primeros siglos de nuestra era, eran los herejes) el cristianismo tuvo que buscar su continuidad con la filosofía griega, y se definió como la forma más completa de esta. Precisamente con la patrística

surge la necesidad para el cristianismo de encontrar un sustento filosófico para su religión. La filosofía cristiana nace en el siglo II. Afirma que el cristianismo es la verdadera filosofía. Sostiene que la razón es común al género humano, lo que hace posible que puedan conocer las verdades del cristianismo. Con influencia platónica y neoplatónica, sostiene que el mal del mundo se deriva

no de la acción creadora de Dios, sino de la materia de que el mundo se compone. Fue Orígenes (185-254) quien elaboró el primer sistema de la filosofía cristiana. Afirmó que Dios es superior al ser, a la sustancia, a las idea; que es el bien perfecto. Que el logos o el hijo es la imagen de la bondad de Dios, pero no es el bien en si. Influido por el neoplatonismo sostiene que las almas purificadas pueden ser restituidas a su condición original

(apocatástasis: que viene del griego y significa poner una cosa de nuevo en su sitio, restaurar). En el Nuevo Testamento, Hechos 3,20 ss., se dice:«para cuando vengan por disposición del Señor los tiempos de consolación y envíe al mismo Jesucristo que os ha sido anunciado, el cual debe ciertamente mantenerse en el cielo hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas (apokatastáseos pánton) de que antiguamente Dios habló por boca de sus santos profetas».