Dailan Kifki.

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Transcripción de la presentación:

Dailan Kifki

Dailan Kifki El jueves salía muy tempranito de mi casa, cuando al abrir la puerta, ¿Qué Creen que vi? El zaguán bloqueado por una enorme montaña gris que no me dejaba pasar. ¿Qué hice? Empujé la montaña y conseguí sacarla a la calle. Y allí vi, creyendo soñar, que la montaña era un elefante. ¿Se dan cuenta? ¡Un elefante! Ya iba a gritar pidiendo socorro cuando me fijé que el animalote traía una enorme carta colgada de una oreja.

Dailan Kifki En el sobre estaba escrito mi nombre, de modo que lo abrí, y esto era lo que decía, escuchen bien: “Estimada señorita: Me llamo Dailan Kifki y le ruego que no se espante porque soy un elefante. Mi dueño me abandona porque ya no puede darme de comer. Confía en que usted querrá cuidarme y hacerme mi sopita de avena. Soy muy trabajador y cariñoso, y me encantan las caricaturas.”

Dailan Kifki ¿Se imaginan qué problema? Uno puede encontrar un gato abandonado en un umbral, un perro, una cucaracha, hasta una hormiga extraviada... Todo menos un elefante. A mí me daba no sé qué dejarlo abandonado y hambriento, pero no sabía dónde ponerlo ni qué iba a decir mi familia y los vecinos. Por fin decidí tenerlo unos días hasta encontrarle mejor lugar... Ustedes hubieran hecho lo mismo, ¿verdad?

Dailan Kifki Entonces volví a empujarlo, esta vez con la trompa para adentro. Lo llevé al jardín, tratando de no despertar a nadie, pero los pasos de Dailan Kifki retumbaron como truenos por la casa y toda mi familia se asomó por la ventana que da al jardín.

Dailan Kifki Mi mamá se desmayó, a mi papá le dio hipo, y mi hermano Roberto dijo: Estamos fritos. Fui a atender a mi familia, y de paso a encargar miles de kilos de avena, cientos de docenas de plátanos y un regimiento de botellas de leche para mi huésped.

Dailan Kifki Cuando volví al jardín me esperaba otra sorpresa. Dailan Kifki trabajaba. Tal como lo oyen: trabajaba. Abría la llave del agua con la trompa, llenaba la regadera, regaba las plantas con delicadeza, y de paso, aplastaba las hormigas que encontraba en su camino. Mientras lo contemplaba llena de admiración, llegó mi tía Clodomira con su paraguas y su vestido dominguero. Apenas vio a Dailan Kifki, se desmayó.

Dailan Kifki Yo casi llamo a los bomberos porque mi tía es gorda y no podía sacarla del macetón donde había caído, cuando... ¿qué creen que hizo el elefante?

Dailan Kifki La levantó suavemente con su trompa, lo pasó por la venta del cuarto y la depositó en la cama. Luego la abanicó con su orejas y le hizo cariñitos. Cuando mi tía despertó y vio que tenía al elefante de enfermero, dio un grito horrible y se volvió a desmayar. Dailan Kifki no se asustó. Fue a la cocina, abrió el refri, sacó una jarra de agua helada, cerró la puerta con la patita, y vació la jarra sobre mi tía.

Dailan Kifki Mi familia estaba furiosa, y me pedía a gritos que sacara ese monstruo de la casa. No tuve más remedio que decirle a Dailan Kifki: - Vamos, querido, que aquí no te comprenden... Vamos, te voy a llevar al zoológico.

Dailan Kifki Dailan Kifki se puso a llorar, primero dos lagrimitas, luego dos lagrimones y finalmente dos charcos de manguera. Lloró tan fuerte que hizo temblar a todo el vecindario. Mi familia, enternecida, dejó de llorar, y se pusieron todos a consolarlo.

Dailan Kifki Porque una tristeza de elefante es mucho más grande que una tristeza de persona. Papá le dio una galletita; tía Clodomira le prestó su paraguas; mamá le acarició las orejas y mi hermano Roberto dijo: -Estamos fritos.

Dailan Kifki Desde entonces Dailan Kifki vive en el jardín. Si quieres saber las aventuras que pasara Dailan Kifki viviendo en el jardín espera la continuación próximamente.

PRESENTACIÓN POWER POINT: Dailan Kifki CRÉDITOS. Walsh, María Elena: Dailan Kifki. Alfaguara Infantil-juvenil, Argentina, 2000. PRESENTACIÓN POWER POINT: EDICIONES GOCP. DISEÑO EDUCATIVO. Primera diapositiva