Noviembre 21 Lucas 23,35-43 ¿TÚ ERES REY?
Pero el otro lo reprendió: Luego le dijo a Jesús: El salvó a otros y si de verdad es el Mesías que Dios eligió, que se salve a sí mismo. Si en verdad eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo. ¿No que tú eres el Mesías? Sálvate tú y sálvanos a nosotros también. Jesús, no te olvides de mi cuando comiences a reinar. Nosotros sí lo merecemos porque hemos sido malos pero él no ha hecho nada malo. ¿No tienes miedo de Dios? ¿Acaso no estás sufriendo el mismo castigo? Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso. . La gente miraba todo lo que pasaba. Los líderes del pueblo, entre tanto, se burlaban de Jesús y decían: Uno de los criminales que estaban clavados junto a Jesús también lo insultaba: Los soldados también se burlaban de Él. Le ofrecieron vinagre para que lo bebiera y le dijeron: Sobre la cabeza de Jesús había un letrero que decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS Pero el otro lo reprendió: Luego le dijo a Jesús:
JESÚS Qué actitud tan bonita la del buen ladrón. Creyó en ti; en que tú eras rey y como “buen ladrón” se robó el paraíso en el último momento. Ayúdame Jesús a que mi fe crezca cada día más y con mis comportamientos pueda yo también ganarme la alegría de estar junto a ti para siempre.
En los diamantes que brillan en la corona encontrarás tres actitudes que te sugiere el evangelio de hoy.
Cree en Jesús, no solo de palabra sino con tus obras Cree en Jesús, no solo de palabra sino con tus obras. Que en todo lo que hagas se vea que vives con Él siempre.
Descubre siempre en las personas que viven contigo las cualidades que tienen y anímalas a desarrollarlas al máximo.
Nunca desprecies a una persona cuando le va mal o cuando está sufriendo, al contrario, acompáñala en su dolor y bríndale tu apoyo.