COMPONENTES
La sexualidad es un elemento que comprende todo nuestro ser, gracias a la sexualidad, podemos relacionarnos con los demás, nos brinda la capacidad de apreciar a los demás, de generar relaciones de amistad, de fraternidad, de relaciones de afecto con nuestra familia y relaciones de pareja. La sexualidad nos da la capacidad de brindar cariño, afecto a nosotros mismos y a los demás.
Se requiere del uso de la inteligencia, para conocerse con las diversidad de cambios físicos y emocionales que nos caracterizan. Inteligencia para conocer a la otra persona, con sus características. Inteligencia para discernir y para reflexionar antes de tomar decisiones.
La sexualidad conlleva una parte placentera, genera una sensación de plenitud, de bienestar, por ello muchas veces es deseada. El aspecto placentero en nuestro tiempo es lamentablemente explotado por los medios de comunicación con fines comerciales.
La sexualidad es una oportunidad de compartir la vida y el amor con un nuevo ser. La sexualidad implica una dimensión pro creativa, que en muchos casos ha querido ser separada de las otras dimensiones. Relaciones coitales sin acción pro creativa. Hijos sin necesidad de la relación coital
La sexualidad es un don de Dios es inventado por él para la felicidad del ser humano. la Biblia afirma que la imagen plena es la pareja, hombre y mujer. Con ello nos muestra el sentido profundo de la pareja y, por tanto, de la sexualidad humana: nos dice que la pareja es el retrato de un Dios amoroso y comunitario; y nos enseña que ese amor se expande en la creación de seres libres y solidarios. Cada pareja es un signo llamativo de Dios. Por eso hablamos del matrimonio como «sacramento». Cuando una pareja cristiana se casa con fe y expresa su unión ante la comunidad eclesial, se convierte para sí misma y para los demás en retrato comunitario de Dios y canal o instrumento de su gracia. La sexualidad conlleva un aspecto espiritual, ya que se entra en comunión (común unión) con la otra persona.