¿POR QUÉ ESCOGIERON ESTA ESCUELA PARA SUS HIJOS? ¿QUÉ ESPERAN RECIBIR? Edición: Ana Lourdes Esquer Claudia Inés Fernández Mariana Avilez

EN MÉXICO, LAS OBRAS TERESIANAS TENEMOS PRESENCIA EN: Cd. Juárez Cd. Obregón Jalisco León D.F. Estado de México Morelos Puebla Hidalgo Veracruz Yucatán

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¿POR QUÉ SOMOS TERESIANOS?

SANTA TERESA DE JESÚS Ávila, España 1515 – 1582 Monja Carmelita Reformadora del Carmelo Escritora, Maestra de Oración, Mística Fundadora de 16 conventos Canonizada 1622 Doctora de la Iglesia 1970

RECONOCEMOS A TERESA DE JESÚS COMO MAESTRA DE RELACIÓN El contacto directo con Teresa genera vida. Cuando ella habla de sí misma, conecta con nuestro proceso interior y despierta lo mejor de nosotros. Humana y Espiritual. Mujer que sintoniza con nuestro tiempo. La antropología teresiana, su visión del ser humano, es lo central de nuestro proyecto educativo-formativo.

SAN ENRIQUE DE OSSÓ Vinebre, España 1840 – 1896 Catequista - Maestro Sacerdote Diocesano Fundador de la Compañía de Sta. Teresa de Jesús Escritor y fundador de la Revista Teresiana

ENRIQUE PEDAGOGO-FUNDADOR Nació con vocación de maestro, de pedagogo. Funda la Compañía como respuesta a la realidad tanto eclesial como educativa de su tiempo. Enrique escribe: “La ENSEÑANZA es la cabeza entre todas las cuestiones que pueden promoverse... SIEMPRE esta cuestión llamará la atención porque es la palanca que remueve el mundo”.

ENRIQUE Y TERESA Enrique recibió las Obras Completas de Sta. Teresa desde pequeño. A los 14 años, se puede ver en sus escritos, que ha asimilado y entendido profundamente el espíritu de Teresa.

¿QUIÉN ES TERESA PARA ENRIQUE? Amiga de Jesús: la oración Transformada por el Amor de Dios: De corazón grande, “Robacorazones” para Jesús Testigo-profeta y maestra de una nueva manera de entender la persona (antropología muy positiva) Con capacidad de relación interpersonal y encuentro. APÓSTOL, porque es de Jesús. Con una vinculación de amor muy especial (amor de pertenencia) FUNDADORA, REFORMADORA (porque antes ha sido reformadora de sí misma).

“La Compañía de santa Teresa de Jesús se consagra con preferencia al apostolado de la enseñanza para procurar la regeneración del mundo por medio de la educación según el espíritu de santa Teresa de Jesús” (EEO).

¿CÓMO ENTENDEMOS HOY LA EDUCACIÓN TERESIANA? Teniendo a la PERSONA como centro y siempre en RELACIÓN con otros. El fin de la educación es colaborar a crear condiciones para que la persona viva conforme a su dignidad, interioridad y relacionalidad, sabiéndose situada social y globalmente.  

El proceso de encuentro vivido en amistad permite a la persona irse conociendo en su verdad más honda, desarrollar lo mejor de sí y capacitarse para participar como sujeto activo en la historia. La persona nutre su vida de relaciones fecundantes de convivencia y amor y cuando no se abre a la recíproca entrega amorosa va perdiendo su sentido.

La experiencia del amor, el sentirse y saberse amada incondicionalmente, libera a la persona y le descubre cuál es el sentido de su vida. Posibilita la confianza en sí misma y la autoestima, principio de su autonomía y raíz profunda del respeto y la corresponsabilidad.

Interesa que cada persona viva la experiencia de conocerse y amarse desde sus condicionamientos y posibilidades, aprenda a respetar, amar y comprometerse.

La persona se va haciendo libre en la medida en que opta por amar, aceptando y superando, con realismo y conciencia, el sufrimiento y los límites que le imponen su fragilidad y su situación. Somos responsables de las relaciones que vivimos en nuestros contextos, nos forman y los formamos.

Por la relación vital con Jesús y su proyecto todas las dimensiones personales se van integrando, porque cada experiencia humana puede convertirse en lugar de encuentro y vivirse con un nuevo sentido. Desde ese centro espiritual que la trasciende, la persona va descubriendo su misión y unificando su vida.

SAN ENRIQUE NOS DICE: “¡Ojalá fuésemos todos, cada uno en nuestro estado, buenos pedagogos! Todos somos de alguna manera maestros, pedagogos, educadores de nuestros prójimos... Unos con la palabra, otros con los consejos y todos con el ejemplo podemos y debemos enseñar la verdad. A cada uno nos ha encomendado Dios el cuidado de nuestro prójimo... Sólo el hombre que no vive en sociedad está exento de este deber...”.

¡MUCHAS GRACIAS!