ARTICULACIONES: CARACTERÍSTICAS, FUNCIONES Y TIPOS.

ARTICULACIONES Recordamos que el sistema óseo articular es el sostén del organismo y el responsable pasivo del aparato locomotor, siendo el sistema muscular el encargado de generar el movimiento actuando como un motor. Podemos por tanto considerar el cuerpo como una máquina regida por las leyes de la mecánica, siendo por tanto los músculos los motores que generan el movimiento, los huesos las palancas que se mueven, las articulaciones las bisagras que unen las palancas, los tendones serían los cables que tiran de las palancas y los ligamentos los refuerzos que aseguran las bisagras. Todo ello bajo la voluntad del sujeto que es quien determina cuando se va a realizar la acción (salvo en los movimientos reflejos).

Definición de articulación: conjunto de partes blandas y duras que constituyen la unión de 2 o más huesos. Cuya función es dar movilidad y estabilidad a los segmentos óseos que se relacionan en ellos. El movimiento de las articulaciones se referencia a la posición anatómica fundamental y a los planos y ejes anatómicos.

Posición anatómica fundamental: De pie, con la mirada al frente, con las piernas extendidas y juntas, con los brazos a ambos lados del cuerpo y las palmas de las manos mirando hacia el frente. A partir de esa posición, utilizamos un sistema de planos (superficies imaginarias sobre las que se producen los movimientos) y ejes (líneas imaginarias alrededor de las cuales se produce el movimiento).

PLANO EJE DIRECCIÓN ACCIÓN sagital transversal Adelante- atrás Flexión- extensión frontal antero-posterior Afuera- adentro Abducción- aducción vertical Izquierda- derecha Rotación interna externa

Tipos de articulaciones: en función del grado de movilidad que permiten. Sinartrosis: no permiten movilidad alguna. Fundamentalmente en el cráneo y en la cara. Anfiartrosis: generan muy poca movilidad. En la sínfisis del pubis. Diartrosis: son las que sí permiten una mayor movilidad. Son por tanto las que vamos a estudiar a continuación.

Características de las articulaciones (diartrosis), partes que las conforman: Superficies articulares, las partes óseas que se unen. Cartílagos articulares, lámina que recubre la superficie cartilaginosa. Cápsula articular, manguito fibroso que actúa como fijación de las superficies articulares. Cavidad articular, espacio estrecho que contiene líquido sinovial, el cual actúa como lubricante. Ligamentos, elementos muy resistentes que sujetan dos superficies óseas.

Clasificación de las articulaciones (diartrosis): diferentes tipos de mayor a menor movilidad. Nos centramos sólo en las relacionadas con el tren inferior. Enartrosis: una cabeza redonda con una cavidad hueca, permiten movimientos en todos los planos. La cadera o el hombro. Troclea: funciona a modo de polea. Permite movimientos de flexión y extensión. Como el codo, la rodilla o el tobillo.

Análisis del movimiento de las principales articulaciones: Teniendo en cuenta los planos que dividen el cuerpo (SAGITAL que divide el cuerpo en derecha e izquierda, FRONTAL que divide el cuerpo en anterior y posterior y HORIZONTAL que divide el cuerpo en parte superior e inferior) establecemos que las principales articulaciones implicadas en el fútbol son las siguientes y realizan los movimientos descritos. Articulación del hombro: formado por la unión del húmero con la escápula y siendo del tipo enartrosis, permite todos los movimientos. Flexión, extensión, abducción, aducción (retorno a la posición inicial), rotación interna y rotación externa.

Articulación de la cadera: unión del fémur y el coxal Articulación de la cadera: unión del fémur y el coxal. De tipo enartrosis y facilita la realización de todos los movimientos. Flexión, extensión, abducción, aducción, rotación externa y rotación interna. Articulación de la rodilla: tibia y fémur con la rótula. De tipo troclear. Permite movimientos de flexión y extensión, aunque también rotación con la rodilla en semiflexión. Articulación del pie: unión de la tibia y el tarso. De tipo troclear. Permite flexión, extensión, eversión e inversión.

Proceso de osificación de los huesos: El proceso de osificación comienza en el periodo prenatal. Los primeros en osificarse son las diáfisis de los huesos largos. Las chicas terminan su crecimiento óseo antes (18-20 años). En los hombres alrededor de los 24 años. La pelvis termina su proceso sobre los 20 años. Los cuerpos vertebrales son los últimos en terminar su proceso junto con la clavícula.

Factores de los que depende la osificación: Endógenos (internos): la genética (correlación con la talla de los padres), el sexo (masculino o femenino), las hormonas. Exógenos (externos): enfermedades del sujeto o de la madre, alimentación, radiaciones, dorgas y la actividad física.

Implicaciones en el desarrollo motor del sujeto: De los 9 a los 12 años es un momento cumbre por la rápida evolución del aprendizaje motor de los niños como consecuencia del aumento de su coordinación general y su paulatino crecimiento físico. De los 12 a los 16, debido al alargamiento de las extremidades y a la inestabilidad del sistema nervioso se produce un periodo de falta de fluidez en los movimientos (por deficiencias de coordinación) y de falta de funcionalidad en los mismos (por movimientos superfluos y con excesiva tensión realizados). Estos aspectos influyen de manera negativa en el aprendizaje de nuestros jugadores.