TEMA 18 EL SISTEMA ÓSEO–ARTICULAR

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1 TEMA 18 EL SISTEMA ÓSEO–ARTICULAR

2 0. INTRODUCCIÓN. El aparato locomotor es el que posibilita la perfección de la técnica del movimiento y su base es el esqueleto humano. Por tanto, su conocimiento (palancas, articulaciones, planos y ejes del movimiento, etc.) posibilitará una mejor actuación del profesional de la actividad física

3 1. EL SISTEMA OSEOARTICULAR.
Está formado por huesos y articulaciones: El hueso es un tejido vivo formado por células en continua actividad. Según su morfología los dividimos en tres grupos: Huesos largos: son aquellos en los que la longitud predomina sobre la anchura y el espesor. son ejemplos claros el fémur, la tibia, el húmero, etc. Huesos planos: Son aquellos en los que predomina la anchura. Su ejemplo más representativo son los huesos del cráneo. Huesos cortos: Son aquellos en los que las tres dimensiones son más o menos iguales; es el caso de las vértebras, el calcáneo, el astrágalo, etc. La articulación es la unión, generalmente móvil, de dos segmentos óseos. Son el elemento que dota de movilidad al esqueleto óseo. Las articulaciones pueden ser muy diferentes en su morfología y grado de movilidad.

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5 1.1 LAS GRANDES REGIONES ANATÓMICAS.

6 LA COLUMNA VERTEBRAL Está formada por la superposición y articulación de una serie de huesos independientes llamados vértebras que dejan en su interior un canal óseo cuya misión es alojar y proteger a la médula espinal. La columna vertebral es el eje y sostén de todo nuestro cuerpo. La columna vertebral tiene cuatro regiones diferenciadas: Cervical, Dorsal, Lumbar y Sacra. La región cervical está formada por 7 vértebras, la región dorsal la forman 12, la región lumbar tiene 5 y la región sacra está formada por 5 o 6 vértebras soldadas entre sí para formar el hueso sacro cuyo extremo final se denomina coxis. En una visión lateral, la columna vertebral presenta cuatro curvas fisiológicas: dos de convexidad anterior llamadas lordosis y dos de convexidad posterior llamadas cifosis. Las lordosis son cervical y lumbar y las cifosis son dorsal y sacra. Estas curvas pueden llegar a ser anormales por su exageración, conociéndose como hipercifosis e hiperlordosis. En el plano frontal no existen curvas normales. Cuando existen, se conocen como escoliosis.

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8 EL MIEMBRO SUPERIOR Los elementos óseos que conforman el miembro superior son la clavícula, la escápula (u omóplato), el húmero, el cúbito, el radio y la mano, constituida por los 8 huesos del carpo, 5 metacarpianos y 14 falanges (tres en cada dedo, excepto el pulgar que sólo tiene dos). Las articulaciones del miembro superior comienzan –en sentido próximo-distal- con el complejo articular del hombro conocido como CINTURA ESCAPULAR y que está formada por tres articulaciones: la articulación escápulo-humeral, la articulación acromio-clavicular y la articulación esterno-costo-clavicular. EL CODO está formado por el extremo inferior del húmero y el extremo superior de cúbito y radio, dando lugar a una articulación bastante estable que, en realidad, está constituida por tres articulaciones: humero-radial, humero-cubital y radio-cubital proximal. LA MUÑECA es la articulación entre el antebrazo y los pequeños huesos del carpo. Está constituida por la articulación radio-carpiana y la radio-cubital distal.

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10 EL MIEMBRO INFERIOR La estructura ósea del miembro inferior está formada por los huesos de la pelvis, el fémur, la rótula, la tibia, el peroné y los huesos del pié (tarso, metatarso y dedos). Las articulaciones del miembro inferior son las siguientes: LA CADERA está formada por el alojamiento de la cabeza del fémur en la cavidad cotiloidea de la pelvis. Es el ejemplo característico de enartrosis, por lo que presenta movimientos en los distintos ejes y planos. En concreto la cadera tiene movimientos de flexión, extensión, abducción, aducción, rotación interna, rotación externa y diversas combinaciones de ellos. LA RODILLA está formada por la articulación del extremo inferior del fémur con las carillas articulares de la meseta tibial por abajo y la cara posterior de la rótula por delante. Los cóndilos femorales no descansan directamente sobre los platillos tibiales, sino que entre ambos se interponen unas estructuras fibrocartilaginosas denominadas meniscos (uno externo y otro interno). EL TOBILLO está formado por la articulación de los extremos distales de tibia y peroné con el astrágalo, de modo que los maleolos le forman al astrágalo un alojamiento bastante estable denominado “mortaja tibio-peronea”.

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12 2. ESTRUCTURA Y FUNCIONES.

13 2.1. EL HUESO. Los huesos están formados por un tejido compacto y un tejido esponjoso. El primero está situado periféricamente y es duro y resistente. El tejido esponjoso se encuentra en la parte central, rodeado por el compacto, y está formado por trabéculas óseas que dejan entre sí unos huecos donde se encuentra la llamada médula ósea. Esta médula se conoce como “roja” cuando tiene la capacidad de contribuir en la formación de elementos celulares de la sangre y “amarilla” cuando ha perdido esta capacidad. Según lo dicho, podemos hacer una clasificación de los huesos según el predominio que tengan de uno u otro tejido: Huesos compactos: con predominio de ese tejido, como ocurre en casi todos los huesos largos. Huesos esponjosos: con predominio de tejido esponjoso y por tanto con mayor contenido de médula ósea. Respecto a la función de los huesos, podemos decir que son un tejido vivo y dinámico y no sólo un elemento de sostén, por lo que: Suponen el soporte y armazón del cuerpo humano. Permiten el movimiento articulando entre sí los diversos segmentos. Protegen los sistemas vitales del organismo, como es el caso del cráneo que cubre de forma sólida las estructuras del sistema nervioso central, de la columna vertebral que protege la médula espinal y de las costillas que preservan al corazón y a los pulmones. Participan en la hematopoyesis (formación de glóbulos rojos). Actúan como reservorio de calcio y fósforo.

14 2.1. EL HUESO. Todo hueso está envuelto por una membrana fibrosa denominada periostio, exceptuando las superficies articulares que se encuentran recubiertas por tejido cartilaginoso. El periostio es muy rico en vasos sanguíneos y nervios que se dirigen al hueso y en él se fijan los ligamentos y tendones. Su parte más interna está íntimamente adherida a la cortical del hueso, formada por tejido compacto, duro, con aspecto amarfilado y muy rico en sales minerales. La parte central la ocupa el tejido óseo esponjoso, que por su estructura recuerda el aspecto de una esponja, es elástico y flexible y en sus huecos alberga a la médula ósea que es la responsable de la formación y producción de células sanguíneas (hematopoyesis). Desde el punto de vista macroscópico, en un hueso largo podemos distinguir tres partes:  Diáfisis.  Metáfisis.  Epífisis. La diáfisis es el cuerpo o tallo del hueso largo. Las epífisis son las partes más distales de un hueso largo y las que recubiertas de cartílago vienen a formar las articulaciones entre dos huesos. Las metáfisis son las zonas de transición entre epífisis y diáfisis y se trata de zonas muy activas que durante la época de crecimiento albergan los cartílagos de conjunción.

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17 2.2. LAS ARTICULACIONES. - DEFINICIÓN: es un conjunto de elementos mediante los cuales los huesos se unen entre sí, siendo el lugar donde se produce el movimiento del esqueleto. - MOVIMIENTOS: Flexión-Extensión, Abdución-Addución, Rotación interna-rotación externa, pronación-supinación y circunducción. - TIPOS: Fijas o sinartrosis, móviles o diartrosis y semimóviles o anfiartrosis (vértebras). A.1 Sinartrosis Son articulaciones que carecen de movimientos: ejemplo, la articulación de los huesos de la cabeza. A.2 Anfiartrosis Son articulaciones pobres en movimiento, se van a caracterizar por la presencia de un disco fibroso (menisco) inter-articular fuertemente adherido a las dos superficies articulares; podemos citar de ejemplo la articulación de las vértebras de la columna vertebral. Los discos vertebrales, aunque realizan movimientos muy pequeños, la suma de todos ellos provoca un movimiento amplio, éste es el caso del tronco. Los movimientos que se pueden realizar son: flexión-extensión, flexión lateral o inclinación, rotación a un lado y otro.

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19 2.2. LAS ARTICULACIONES. A.3.Diartrosis Son articulaciones con máxima amplitud de movimientos, si nos centramos en las articulaciones móviles (diartrosis) podemos detallar aún más nuestro estudio. Según su morfología y la significación que sobre la funcionalidad de la articulación tiene dicha morfología, podemos distinguir los siguientes tipos de articulación: 1. TROCLEAR (o en polea). Son articulaciones que sólo permiten el movimiento en un plano, como por ejemplo el codo o las interfalángicas de los dedos. 2. TROCOIDE (o de eje). Permiten el movimiento alrededor de un solo eje. A este tipo pertenece la articulación radiocubital que realiza la prono-supinación del antebrazo. 3. POR ENCAJE RECIPROCO (o en silla de montar). Pueden realizar el movimiento alrededor de dos ejes, como por ejemplo, la articulación metacarpo-falángica del pulgar. 4. ENARTROSIS. Permite el movimiento alrededor de tres ejes. El ejemplo puro de este tipo de articulación es la cadera, que realiza flexión-extensión, abducción-adducción y rotación externa e interna. 5. ARTRODIA. Son articulaciones deslizantes en las que la superficie de contacto es mínima y realizan movimientos en todos los ejes y planos, por ejemplo, la articulación acromio-clavicular.

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23 2.3 ELASTICIDAD MUSCULAR La elasticidad muscular: es la capacidad del músculo para almacenar energía elástica durante el estiramiento y utilizarla parcialmente en la contracción realizada inmediatamente después. Si quisiéramos definir con mayor propiedad este término, deberíamos hablar de VISCOELASTICIDAD, que es la capacidad del músculo de deformarse en función de la carga aplicada y el tiempo en que se aplica. En un material elástico toda la energía es almacenada y empleada en volver a su forma original cuando cesa esa deformación, pero en un material viscoelástico parte de la energía acumulada se disipa en forma de calor.

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25 3. CARACTERÍSTICAS EVOLUTIVAS.

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27 Se constata en la bibliografía especializada que con el ejercicio físico se favorece:
1)el crecimiento óseo, que aumenta no solo en cantidad sino también en calidad; 2)las articulaciones estarán bien nutridas si se las somete a un esfuerzo adecuado y completo durante los años del crecimiento. Ello conduce, además, a un aumento del espesor del cartílago y proporciona, por tanto, una mayor protección contra las lesiones causadas por esfuerzos excesivos. Conviene tener presente, también, que una articulación que no se utilice plenamente en todas las direcciones posibles, reacciona de forma opuesta, es decir, con el adelgazamiento del cartílago; 3)la resistencia mecánica de músculos y tendones; 4)se estimula la producción de hueso; 5)el cartílago está mejor nutrido; 6)una mejor lubricación de las articulaciones; ... y por todo ello es responsabilidad del profesional de la actividad física potenciar y favorecer en todo momento el crecimiento y el desarrollo equilibrado del joven durante su etapa de escolarización.

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29 Son más efectivos los ejercicios de movilidad activos o dinámicos que los pasivos o estáticos, dada la gran necesidad de movimiento de los niños. En la pubertad, y debido al crecimiento y evolución fisiológica tan brusca del chico, hay que buscar entrenamientos de movilidad variados imprescindibles en este periodo, habiendo de evitar el exceso de carga y el trabajo pasivo. Para Hollman, la edad óptima para el desarrollo de la flexibilidad está comprendida entre los 11 y los 14 años. Más tarde, resulta difícil alcanzar unos resultados rápidos y claramente favorables.

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