EL MONITO TRAVIESO (Harris, Johnson, Hutton y Cole, 1989) A un grupo de niños de 4 y 6 años se les contó la siguiente historia....
En la selva viven un monito, algo travieso, y un elefante al que le gusta mucho la coca-cola pero no le gusta nada, nada la leche. Un día, el monito le ofrece al elefante una lata de coca-cola
Pero, en un momento en el que el elefante está distraído, sin que el elefante lo vea el monito vacía la lata de coca-cola y la llena de leche
Luego los niños tenían que responder a las siguientes preguntas: 1. ¿Cómo se sentirá el elefante al ver la lata? 2. ¿y después de beber lo que hay en la lata?
¿Qué crees que responden los niños de 4 años? El elefante se alegra al ver la lata porque cree que hay coca-cola pero se pone triste cuando bebe y se da cuenta de que es leche El elefante se pone triste al ver la lata porque hay leche y no le gusta beber leche
La conclusión que se extrae de este experimento es: Hasta los 6 años los niños no tienen en cuenta las creencias de los otros (del elefante) e interpretan la emoción de los otros a partir de lo que ellos mismos saben. A partir de esta edad los niños comprenden: que lo que explica la emoción (alegre/triste) no es la situación objetiva sino la evaluación personal que la emoción no depende sólo del deseo sino también de las creencias que las creencias pueden ser erróneas