Luis Fernando Astorga Gatjens Cuarto Curso Centroamericano en Gestión Urbana y Municipal Ciudad de Guatemala Guatemala, mayo 9 al 19 del 2004 Participación ciudadana y democratización [1] Luis Fernando Astorga Gatjens [1] “Derechos de propiedad 2004, Luis Fernando Astorga G.. Se puede fotocopiar este material por el Banco Mundial, el Lincoln Institute y la Universidad Rafael Landívar en Guatemala para uso en investigación, educación u otro propósito académico. Todos los materiales están sujetos a revisión. Las opiniones e interpretaciones que aparecen en este documento son las de su autor, y no comprometen a las instituciones para las que trabaja".

I. Dos modelos Dos modelos: el representativo y el participativo. El representativo se fundamenta en la selección y elección de quienes deberán de tomar las decisiones públicas. Se delega un poder abstracto y general. El participativo posibilita la participación ciudadana en los procedimientos de toma de las decisiones públicas concretas, así como en los procesos de formulación de las políticas públicas. Este modelo cuenta con dos mecanismos básicos: La convocatoria a todo el pueblo para que decida (democracia directa). El otro mecanismo se orienta a la consulta.

II. Fuentes y fundamentos 1) La Declaración Universal de Derechos Humanos 2) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 3) La Declaración Americana de Derechos Humanos 4) Normativa interna de los Estados de la región 5) Tratado internacional de derechos de las personas con discapacidad

III. Datos preocupantes Según el informe del PNUD sobre democracia en América Latina 2004, la mayoría de latinoamericanos, el 54,7 %, aceptaría gobiernos autoritarios si resolvieran sus problemas económicos mientras que el 44,9 % prefiere la democracia. El 58,1 % de los encuestados (18.643 personas en 18 países) avala que sus presidentes “vayan más allá de las leyes”, frente a un 38,6 % que mostró su oposición. El 56,3 % consideró que “el desarrollo económico es más importante que la democracia” ante un 48,1 % que opinó lo contrario. El 43,9 % de los consultados respondió que “no cree que la democracia solucione los problemas del país” por encima de un 35,8 %. 40 % contra un 34,2 %: “puede haber democracia sin partidos” y de quienes estiman que “puede haber democracia sin un Congreso nacional” (38,2 % contra un 32,2 %).

IV. ¿Qué nos dicen estos datos? Se ha avanzado en la democracia formal: Hay procesos electorales, donde se elige a representantes de los poderes ejecutivos y legislativos, pero… Una crítica muy frecuente de estos procesos es que los partidos tiendan más al desarrollo de campañas personalistas o de ataques a los adversarios antes que la presentación formativa y el debate de programas de gobierno. Tal déficit de debate serio a la par de ofertas clientelistas para la atracción de votos, conspiran con el desarrollo democrático y una deseable participación ciudadana. Los datos anteriores nos advierten que si bien se ha avanzado en materia de democracia formal, la cultura democrática se muestra frágil y reversible en muchos de nuestros países, a falta de llenarla de contenido.

V. ¿Qué más nos advierten? Eficaz: Que la democracia como sistema puede debilitarse o sucumbir sino cumple con las expectativas y esperanzas de las personas que le dan sustento. Medio: Que la democracia no es un fin en si mismo sino un medio para lograr la convivencia pacífica y la solución de las necesidades económicas y sociales de los gobernados. Déficits: Que la falta de transparencia, la corrupción, la no rendición de cuentas seria y efectiva de los gobernantes, erosionan las bases en que debe asentarse la democracia. Más: Que el camino no es menos sino más democracia. Contenido: Que para que se desarrolle, integralmente, la democracia debe llenarse con participación de la ciudadanía.

VI. Rasgos de la participación Para llenar de contenido a la democracia es necesario llenarla con participación ciudadana: Formada, Informada, Crítica, Exigente, Propositiva, Potenciadora.

VII. Democracia y discapacidad En derechos ciudadanos y ejercicio pleno de la democracia –representativa como participativa--, la distancia entre la teoría y la práctica es mucho más profunda para las personas con discapacidad. La subestimación y discriminación existente impide que el derecho de ciudadanía o de componentes importantes de este derecho, sea ejercido. La discriminación política forma parte del ancho expediente de discriminación que afecta a las personas con discapacidad. En los procesos electorales, no se brindan las condiciones adecuadas para su participación: falta de transporte accesible, Falta de accesibilidad física a recintos electorales, limitada orientación y formación de equipos de mesa sobre condiciones de personas con discapacidad para ejercer el voto, falta de acceso comunicacional en campañas para determinados grupos, etc. En algunos países, existen normas que impiden que personas con determinadas deficiencias, se postulen en puestos de elección popular.

VIII. Participación ciudadana de las personas con discapacidad En la democracia representativa, las personas con discapacidad han tenido y tienen un rol marginal y de exclusión política severa. Su “representación” ha sido ejercida por intermediarios (modelo tradicional y médico): Más que personas o ciudadanos, sujetos de derechos han sido considerados objetos de lástima. El advenimiento de los paradigmas de derechos humanos y del desarrollo social, han hecho evolucionar, tanto en la teoría como en la práctica, la participación política de las personas con discapacidad y sus organizaciones. Los avances del presente son fruto, en gran medida, de esfuerzos y luchas de personas con discapacidad de distintos países.

IX. Una experiencia participativa emergente Costa Rica: 4 millones de habitantes/ 9.32 % con discapacidad. Desde 1996: Ley de igualdad de oportunidades, que establece en sus bases filosóficas y su articulado, la participación y consulta de las pcd. En años recientes, ha emergido un movimiento que propugna por la potenciación política y el respeto efectivo de los DDHH. Tal movimiento todavía pequeño pero con influencia creciente, ha contribuido a colocar el tema discapacidad en la agenda nacional y ha protagonizado acciones de incidencia, que plantean un tipo de participación política distinta a la que ha sido tradicional en el sector.

X. Agenda participativa Recurso en Sala Constitucional por inaccesibilidad en edificio de la Corte Suprema de Justicia, Otro recurso en Sala IV: ahora por transporte accesible, Petición ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos por derecho a la libre movilidad, La marcha por la igualdad de oportunidades, El pliego de 10 puntos y la negociación ongs-Gobierno, Consulta sobre sistema de transporte urbano articulado y sectorizado.

XI. Instituciones internacionales y procesos participativos Es muy importante que las instituciones internacionales respalden la participación ciudadana de todos los actores sociales; concebida ésta como un componente clave del desarrollo y un elemento clave en los procesos económico-sociales inclusivos, que mejoren, sustentablemente, la calidad de vida de sectores marcados por la pobreza y la exclusión social. Las Metas del Milenio para la reducción de la pobreza, deben de contar con la participación ciudadana en general y, particularmente, de los sectores que han sido convidados de piedra de tal participación. Se debe trabajar en la ruptura del círculo vicioso entre discapacidad y pobreza, no con políticas paternalistas y limosneras, sino garantizando cambios culturales y sociales más profundos y abriendo verdaderas oportunidades para el desarrollo de las pcd y sus familias. Las instituciones internacionales pueden aportar mucho en estos procesos participativos o de fomento de la participación ciudadana, a través de la capacitación, como ésta de la que hoy disfrutamos.

XII. Reflexiones finales Nuestros países enfrentan, en el mundo globalizado de nuestro tiempo, complejos desafíos: económicos, sociales, políticos y culturales. Para enfrentarlos, eficazmente, no hay mejor camino que una democracia vigorosa y real y el impulso permanente de auténticos procesos de participación ciudadana. Los problemas que enfrentan nuestras ciudades y campos, no se resolverán, automáticamente, con propuestas de solución que incluyan la participación ciudadana, empero si se prescinde de este componente, no se llegará a verdaderas y sostenibles soluciones. Con ello, la democracia será una intención y no un proceso real. Será frágil y reversible y con ello, tarde o temprano, todos y todas perderemos.

Muchas gracias, por su participativa atención.