Tema: “NO AMES AL MUNDO” Texto: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1 Juan 2:15

Introducción: Indudablemente que lo que hay en el mundo es muy atractivo. Cada día aparecen novedades para seducir al hombre, la envoltura es diferente pero el pecado sigue siendo el mismo. Estas surgen como una nueva carnada. La búsqueda del placer por el placer se ha convertido en una prioridad en la vida del hombre (los deseos de la carne, de los ojos y la vanagloria de la vida). Su afán por saborear estas novedades es parte de su vida.

Por ello, debemos tomar muy en cuenta el mandato de La Palabra de Dios que es muy claro: ¡NO AMES AL MUNDO! ¡NI LAS COSAS QUE ESTÁN EN EL MUNDO! Veamos a continuación las razones bíblicas por las que se nos da esta indicación divina:

1.- PORQUE EL MUNDO Y SUS DESEOS SON EFÍMEROS “Y el mundo pasa y sus deseos…” 1 Juan 2:17 La Palabra efímero significa: PASAJERO, DE CORTA DURACIÓN, QUE NO PERMANECE Todo lo atractivo que te ofrece es una falacia (mentira).

2.- PORQUE LA AMISTAD CON EL MUNDO ES ENEMISTAD CONTRA DIOS “¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye ENEMIGO DE DIOS.” Santiago 4:4 La amistad con el mundo nos separa de Dios Y DE SU AMOR “Si alguno ama al mundo el “AMOR DEL PADRE NO ESTÁ EN ÉL.” No podemos vivir una doble personalidad. No podemos ser amigos del pecado, ni de los deseos carnales porque “los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.” Romanos 8: 7-8

3.- PORQUE SE PIERDE EL ALMA. Porque ¿de qué le aprovecha al hombre si ganare todo el mundo y PERDIERE SU ALMA? Marcos 8:36 Esto nos dice que el poner nuestro amor en el mundo nos priva de la salvación y nos acarrea condenación eterna.

“Pero el que hace la voluntad de Dios PERMANECE PARA SIEMPRE.” Conclusión: No pongas tu amor en el mundo que solo te ofrece lo engañoso, pasajero y que finalmente te lleva a la condenación. Pon tu amor en el Señor Jesucristo, ámalo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Es lo único que te garantiza una eternidad con Dios. “Pero el que hace la voluntad de Dios PERMANECE PARA SIEMPRE.”