OCUPAOS EN VUESTRA SALVACIÓN “Por tanto, amaos míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”. Filipenses 2:12

Introducción: El hombre encuentra el tesoro de la salvación al arrepentirse y ser bautizado en el nombre de Jesucristo. Marcos 16:15-16 Una vez que lo adquiere, comienza una nueva etapa para su vida, al pasar de una condición caída a una vida eternal. 2 Corintios 5:17 Conservar el tesoro de la salvación es una tarea que requiere tiempo, esfuerzo, dedicación y confianza en Dios. Filipenses 2:12

A continuación: Pensaremos en 3 recomendaciones que te mantendrán ocupado en el tesoro de la salvación que haz recibido

i. Evita el que tu relación con dios se convierta en una rutina a. La Biblia dice: “que las bendiciones de Dios son nuevas cada mañana”, así también, es necesario que la manifestación de su gracia sean en tu vida nuevas cada día. La oración, el ayuno, la lectura bíblica, la asistencia a los cultos y reuniones resultan fundamentales para evitar que la vida cristiana se vuelva monótona, siempre hay algo nuevo que disfrutar en Jesucristo. Salmo 9:1-2; 5:1-8; 84:1-4; 96:9-12 b. Vive los rituales de la iglesia, pero hazlo de corazón y entrégate de lleno a Dios, evita el ser como los fariseos, no conviertas tu experiencia con Dios en una religiosidad vacía. Mateo 23:13-32

iI. Intégrate al servicio que brinda la iglesia a. Al hacer tuyo el tesoro de la salvación, pasaste a ser parte del cuerpo de Cristo, Dios te dio una función muy especial en su reino para bendición de muchos, ¡Te hizo parte de un gran equipo! 1 Corintios 12:12-27 b. El servicio, es parte del proceso que Dios emplea para hacerte crecer y madurar en la vida cristiana; por ello es indispensable estar dispuesto a darte por los demás, te acerca más a Dios. Marcos 10:42-45 c. Al prestar tu servicio en bien de los demás, no solo ayudas para que los demás alcancen su tesoro, sino que a la misma vez, estás conservando la salvación que Dios te ha dado. Filipenses 2:12

iII. No abandones el tesoro de la salvación por volver al pecado a. El pecado se presenta ante el creyente como un tesoro muy atractivo, ¡Cuidado! Corrompe el alma, la hace indigna delante de Dios; no renuncies al tesoro de la salvación por gastar el tesoro del pecado. Mateo 16:26-27 b. El pecado cautiva al hombre que se deleita en él, es un lazo que solo Dios puede romper. Santiago 4:4; 1 Juan 2:15-17 c. El pecado aparta al creyente de la gloria de Dios; transgredir la ley de Dios, le lleva al hombre a apartarse de la presencia de Jesucristo, pierde su gran tesoro, la salvación. Rom. 3:23; Salmo 13; Gal. 6:7-8

conclusión Solo quien hace de su relación con Dios una experiencia diaria, puede cuidar su salvación de manera efectiva. El ser un cristiano activo, integrado al servicio de la iglesia nos lleva a conservar de una mejor manera el tesoro de la salvación. El mantenernos alejados del pecado nos ayuda, para que nada ni nadie pueda arrebatarnos el gran tesoro que hemos recibido de parte de Dios, la salvación de nuestras almas.