Membresía en la Iglesia Local

Presentación del tema: "Membresía en la Iglesia Local"— Transcripción de la presentación:

1 Membresía en la Iglesia Local

2 Introducción. En Cristo disfrutamos toda bendición espiritual. Efesios 1:3. Estas incluyen: perdón, reconciliación, promesa de vida eterna, etc… y ser añadidos a la iglesia. Al obedecer al evangelio somos añadidos a la iglesia universal. Pero cada cristiano debe ser fiel miembro de una iglesia local, Gál. 1:2. No simplemente miembro “en general”. Efe 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, Gál 1:2 y todos los hermanos que están conmigo: A las iglesias de Galacia:

3 I. ¿Qué es una iglesia local?
Es grupo de cristianos que tiene el acuerdo de formar una congregación según el patrón divino. Estos forman un cuerpo. 1 Cor. 12:27, “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”. Para adorar a Dios juntos como una unidad (familia). Cantar juntos. Colosenses 3:16. Orar juntos. 1 Ts 5:17. Participar de la cena del Señor juntos. Hechos 20:7. Ofrendar juntos. 1Corintios 16:2. Estudiar juntos (sermones, clases) para edificación (crecimiento). Efes. 4:11 Aceptar orden y supervisión. Aceptar el orden establecido, 1 Cor. 14:40 Aceptar la necesaria supervisión. Hech. 14:23, “constituyeron …  ancianos en cada iglesia”. Col 3:16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. 1Ts 5:17 orad sin cesar; Hch 20:7 Y el primer día de la semana, cuando estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba, pensando partir al día siguiente, y prolongó su discurso hasta la medianoche. 1Co 16:2 Que el primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas. Efes. 4:11, “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,  12  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”. 1Co 14:40 Pero que todo se haga decentemente y con orden. Hch 14:23 Después que les designaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

4 II. Bendiciones de la membresía
Ser miembro del cuerpo de Cristo. 1 Cor. 12:18, 22, “los miembros que parecen ser (los) más débiles son (los más) necesarios”. Tener comunión, participar, tener parte, compartir con Dios, y con otros cristianos. Somos colaboradores, compañeros de milicia, coherederos, copartícipes, etc. Tener hermanos que se preocupan por nosotros. 1 Co 12:26. Tener hermanos que nos ayudan si tropezamos. Ga 6:1,2. Tener hermanos que aplicarán la disciplina si somos obstinados. 2 Ts. 3:6, “que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente”. Esto es acto de amor para salvar el alma. La iglesia local es, pues, nuestro “grupo de apoyo”. Es nuestro refugio o amparo. En las actividades diarias confrontamos problemas de toda clase, pero aquí tenemos reuniones espirituales para alimentarnos, fortalecernos y animarnos. 1Co 12:18 Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. 1Co 12:26 Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Gál 6:1 Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Gál 6:2 Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Ts 3:6 Ahora bien, hermanos, os mandamos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la doctrina que recibisteis de nosotros.

5 III. Responsabilidades de los miembros
Obedecer los textos “unos y otros” Jn 13:34 Rom. 12:10 Rom 15:14 Rom 16:16 1 Cor. 12:26 Gál. 3:13 Gal 5:15 Gal 5:26 Gal 6:3 Efes. 4:2 Efes 4:32 Heb. 10:24 Sant. 4:11 Sant 5:9 Sant 5:16 amar ser afectuosos amonestar saludar preocuparse servir no morder no irritar, no envidiar sobrellevar soportar perdonar considerar no murmurar no quejarse confesar faltas Jua 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros;° como os he amado, que también os améis unos a otros. Rom 12:10 Sed afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, daos preferencia unos a otros; Rom 15:14 En cuanto a vosotros, hermanos míos, yo mismo estoy también convencido de que vosotros estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento y capaces también de amonestaros los unos a los otros. Rom 16:16 Saludaos los unos a los otros con un beso santo. Todas las iglesias de Cristo os saludan. 1Co 12:26 Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. Gál 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO), Gál 5:15 Pero si os mordéis y os devoráis unos a otros, tened cuidado, no sea que os consumáis unos a otros. Gál 5:26 No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros. Gál 6:3 Porque si alguno se cree que es algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. Efe 4:2 con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, Efe 4:32 Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo. Heb 10:24 y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, Stg 4:11 Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres cumplidor de la ley, sino juez de ella. Stg 5:9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis juzgados; mirad, el Juez está a las puertas. Stg 5:16 Por tanto, confesaos vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho.

6 III. Responsabilidades de los miembros
Membresía en la iglesia local implica un compromiso fuerte. Hacemos pacto con Dios y con los otros miembros de la congregación. Implica lealtad. Nadie está listo para el bautismo ni para ser “restaurado” si no está dispuesto a aceptar este compromiso. Dios no quiere la obediencia a medias. Asistir a cada reunión de la iglesia. No es necesario recordar a los miembros de la importancia de asistir si aman al Señor y si aman la iglesia. (¿Por qué quieren estar juntos los novios?). Mat. 6:33, poner el reino (iglesia) en primer lugar, darle prioridad. Asistir a cada reunión de la iglesia. Llegar temprano para saludar a los hermanos y para recibir a los visitantes. No entrar durante la oración o canto. Participar con todo el corazón en cantos, oraciones, cena, ofrenda, estudios. Ser reverentes. No jugar con los niños. No dormir. Pendientes de moviles, etc Mat 6:33 Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

7 III. Responsabilidades de los miembros
Explicar la ausencia. ¿No avisamos cuando salimos de la casa? Parece que algunos piensan que “es asunto mío, no tengo que avisar a nadie”. O que si preguntamos, estamos actuando como “policías”.  Debemos aceptar el concepto de familia. Limitar las salidas de “fin de semana”. Si funcionamos como iglesia local, hay que trabajar con hermanos nuevos, débiles o apartados y con visitantes .. Y luego estar presentes para recibirlos y animarles. Los que dirigen toman la delantera, guían y, por eso, son ejemplos para los demás. ¿Pero si por indiferencia y negligencia no asisten fielmente, y luego dirigen cantos, oraciones, sirven la mesa, enseñan clases, predican? ¿De qué son ejemplos? ¿Qué enseñan?

8 Conclusión ¡Aceptemos con toda seriedad el compromiso que hemos hecho con Cristo! La membresía debe ser sumamente preciosa para cada persona. Está en juego la salvación propia, como también la salvación de la familia, y la salvación de otros.