Instruir en la palabra de Dios a los niños de la iglesia, a hijos de simpatizantes, de ex adventistas y no adventistas es una labor sumamente importante porque es en ésta edad y con éstos pequeños en donde está el futuro de la iglesia.

“Los ángeles de Dios, que ven el rostro del Padre que está en los cielos, están contemplando a los niños y jóvenes a quienes vosotros, como agentes vivos de Dios estáis enseñando el camino de la salvación”.

(Consejos sobre la obra de Escuela sabática Pág.178) Pensad en esto, directores y maestros. Os halláis ante los ángeles celestiales, haciendo la obra cuyo carácter dará testimonio de vuestra fidelidad o infidelidad a Cristo”. (Consejos sobre la obra de Escuela sabática Pág.178)

1. Aunque en cada iglesia existe la clase para los niños el sábado, es importante organizar y adiestrar parejas de jóvenes y adultos que les guste trabajar con niños y preadolescentes.

2. Se debe disponer de manuales de estudios bíblicos infantiles y comenzar una escuela de instrucción bíblica para niños de 7 años en adelante.

3. Se puede organizar filiales en hogares, escuelas, iglesias y grupos. Visitar a padres en forma individual que deseen que sus hijos sean preparados en el conocimiento de la palabra de Dios.

4. Debe ser el objetivo de dichas clases llevar a los niños al conocimiento de Dios y a la entrega de sus vidas a Él a través del bautismo.

5. Para el día del bautismo infantil se debe organizar un programa especial en la iglesia, en donde se invite a padres y otros familiares de los niños en una ceremonia de entrega de sus vidas a Dios y se puede aprovechar para hacer llamado a otros niños.

6. La preparación para dicho evento debe tener como mínimo unos 4 meses, para que cada niño esté debidamente instruido y se tenga una reunión espiritual y social con los niños bautizados.

7. El día del bautismo se debe ofrecer una recepción especial a los niños recién bautizados (un almuerzo o cena).

“Un campo abandonado representa la mente sin cultivar “Un campo abandonado representa la mente sin cultivar. Los padres deben mirar este asunto bajo una luz diferente. Deben sentir que es su deber cooperar con el maestro, estimular la sabia disciplina, y orar mucho por quien está enseñando a sus hijos.

Ustedes no ayudarán a los niños impacientándose, censurándolos o desanimándolos; tampoco habrán... de ayudarles a rebelarse y a ser desobedientes y faltos de bondad y desagradables por el espíritu que ustedes desarrollan” Ms 34, 1893.

“La historia de los cantos de la Biblia está llena de sugestiones en cuanto a los usos y beneficios de la música y el canto. A menudo se pervierte la música haciéndola servir a malos propósitos y de ese modo llega a ser uno de los agentes más seductores de la tentación”.

“Pero, debidamente empleada, es un precioso don de Dios, destinado a elevar los pensamientos a temas más nobles, a inspirar y elevar el alma. . . .”

“Es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón la verdad espiritual”.

“Cuán a menudo recuerda la memoria el alma oprimida y pronta a desesperar, alguna palabra de Dios, el tema olvidado de algún canto de la infancia y las tentaciones pierden su poder, la vida adquiere nuevo significado y nuevo propósito y se imparte valor y alegría a otras almas”.

“Nunca se debería perder de vista el valor del canto como medio educativo. Cántense en el hogar cantos dulces y puros, y habrá menos palabras de censura, y más de alegría, esperanza y gozo”.

“Cántese en la escuela, y los alumnos serán atraídos más a Dios, a sus maestros y los unos a los otros”.

“Como parte del servicio religioso, el canto no es menos importante que la oración. En realidad, más de un canto es una oración”.

“Si se enseña al niño a comprender esto, pensará más en el significado de las palabras que canta y será más sensible a su poder”. (La Educación, Págs. 163, 164)

1. En cada iglesia se debe organizar el ministerio musical con aquellos hermanos que les gusta cantar y conocen de música.

2. Se debe organizar el grupo para hacer obra misionera visitar enfermos, ancianos, huérfanos, o cantar en los hogares y llevar serenatas a hermanos o simpatizantes de la iglesia.

3. Tomar datos personales de las familias y dejar revista u ofrecer curso Bíblico.