“Sexualidad en la vejez”

La sexualidad es una parte importante Y SIEMPRE POSIBLE, entre el Hombre y la mujer o entre el mismo Sexo, que en la vejez Debe continuar siendo una fuente De placer

Causas por las que no se tiene vida Sexual activa en la vejez Principales Causas por las que no se tiene vida Sexual activa en la vejez

se produce una disminución de los niveles de hormonas sexuales A partir de los 40 años se produce una disminución de los niveles de hormonas sexuales como la testosterona en el hombre, y la progesterona y los estrógenos en la mujer

Andropausia: A partir de los 40 años los hombres pueden experimentar un fenómeno similar a la menopausia femenina, denominada andropausia. A diferencia de las mujeres, los hombres no tienen signos claros, como el cese de las menstruaciones. Ambos, sin embargo, están caracterizados por una caída en los niveles hormonales. Los cambios en el cuerpo ocurren muy gradualmente en el hombre y se acompañan de cambios de actitud y estado de ánimo, fatiga, pérdida de energía, impulso sexual y agilidad física. A diferencia de la menopausia, que habitualmente ocurre en la mujer a fines de los 40 e inicio de los 50, la "transición" del hombre puede ser mucho más gradual y extenderse durante décadas. En muchos casos los hombres no se dan cuenta de su estado y los síntomas se suelen asociar a estados normales de stress.

Menopausia: Hasta hace pocos años se creía que la menopausia marcaba el final del goce sexual femenino, debido a que se asociaba a la sexualidad en la mujer con la maternidad. Este es el ambiente en que fueron educadas las mujeres ancianas de hoy, y aunque el cambio es lento y progresivo, se debe aceptar que la sexualidad en la Tercera Edad sólo responde al puro deseo de sentir placer, de gozar, de abrazarse a otro cuerpo, en definitiva de amar. Algunas mujeres se dan cuenta que su manera de sentirse acerca del sexo cambia con la menopausia. Algunas se sienten más liberadas y sensuales después de la menopausia - aliviadas porque ya no es posible quedar embarazadas. Para otras mujeres, la pérdida de fertilidad puede ser significativa y vivirse como pérdida de femineidad y sexualidad.

En el hombre la disminución de los niveles de testosterona disminuye la producción de espermatozoides y la calidad de las erecciones. La respuesta a la excitación sexual es más lenta, la erección menos firme, ausencia de eliminación de líquido preeyaculatorio, disminuye la duración de los orgasmos, y aumenta el tiempo en volver al estado previo a la estimulación. En la mujer la disminución de estrógenos favorece la contracción y estrechamiento de la vagina, así como la pérdida de elasticidad y humedad natural. Estas transformaciones pueden producir sequedad vaginal y pueden hacer que las relaciones sexuales con penetración sean molestas. Estos síntomas pueden paliarse, ya que existen diferentes formas de lubricar la vagina (cremas, suplementos hormonales). En muchos casos el dolor en la penetración por la sequedad vaginal es el motivo que influye en la pérdida de interés sexual. Se produce una respuesta más lenta a la excitación, pero la capacidad orgásmica está conservada.

El envejecimiento puede enlentecer la respuesta sexual, pero no terminar con ella

En ambos casos, y en etapas avanzadas, pueden olvidarse de lo que mas se altera es la capacidad de amar a medida que se profundiza el deficit intelectual. Pero la capacidad de sentir placer sexual está conservada. El contacto físico es fundamental para estos pacientes, posee un efecto tranquilizador, y reforzador de su autoestima En los varones ya desde las etapas iniciales se instala una disfunción erectil. El trastorno no es atribuible a una causa neurologica, sino a estados de ansiedad y depresion propios de una persona que es conciente de su deterioro. En el caso de las mujeres se ven trastornos del deseo. En ambos casos, y en etapas avanzadas, pueden olvidarse de las etapas del acto sexual

La erótica en los geriátricos

los temas sexuales más frecuentes son: hombres y mujeres dándose la mano, los residentes intentando tocar a las profesionales; masturbación, y los residentes (sin problemas cogntivos) intentando establecer relaciones con las residentes que sufren deterioro cognitivo. El personal del geriatrico en ocaciones desconoce si es mejor alentar una expresión más privada de los sentimientos sexuales, o intentar ponerle freno. Un marco valioso para comprender estas situaciones y saber como actuar implica tener en cuenta los siguientes puntos: conciencia de la relación de ambas partes (para lo que se requiere memoria); capacidad de rechazar un contacto no deseado, y la conciencia de los riesgos El problema más común identificado en los pacientes con demencia, fue el de la conducta sexual en público. Es muy comun recibir consultas acerca de qué manera se puede frenar esto. A menudo se sorprenden cuando yo les sugiero que es el dónde y no el acto en sí mismo lo que resulta inapropiado. Por lo general, los trastornos del comportamiento relacionados con el sexo tienen que ver con la falta de memoria y con la incapacidad de realizar una evaluación crítica del entorno. Los pacientes se desabrochan el pantalón para hacer pis, sin tener el baño cerca, o se quitan simplemente la ropa porque les molesta o porque tienen calor. Sucede igual con la masturbación: se masturban porque resulta placentero. No se dan cuenta que estan en un lugar publico. Se trata de acompañar al paciente a un lugar privado. La tranquilidad es fundamental para evitar que se desencadenen reacciones de agresividad.

“Sin embargo, cuando logró dominarlo en el remanso perfumado del camarote, hicieron un amor tranquilo y sano, de abuelos percudidos, que iba a fijarse en su memoria como el mejor recuerdo de aquel viaje lunático. No se sentían ya como novios recientes, y menos como amantes tardíos. Era como si se hubieran saltado el arduo calvario de la vida conyugal, y hubieran ido sin más vueltas al grano del amor. … Pues habían vivido juntos lo bastante para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más cerca de la muerte” (“El amor en los tiempos del Cólera”, Gabriel García Marquez)

Francisco, hace años que ya no están a esa altura

Julio, hagamos un trato, yo dejo de usar vestidos cortos y vos dejas de ponerte shorts!!

Carlos, por favor, deja de mentir que sé muy bien que ese es el bastón para caminar!!!

Celina Tenreyro Lic. en Psicología Mail: soyfreudiana@hotmail.com