EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO

Después de que Jesús resucitó de los muertos, estuvo 40 días con los apóstoles enseñándoles acerca del Reino de Dios (Hch.1:3).

Aún necesitaban algo de Dios antes de estar lisos para llevar las buenas nuevas de la resurrección de Jesús (Hch.1:4-5).   Este “bautismo del Espíritu Santo” fue predicado por Juan, antes del ministerio de Jesús (Mt. 3:11).

El día prometido llegó días después de la ascensión de Jesús (Hch El día prometido llegó días después de la ascensión de Jesús (Hch. 2:1-6). Esto fue la entrada de la Iglesia a la dimensión sobrenatural.   Ahora los Discípulos tenían el mismo Espíritu que moraba en Jesús durante Su ministerio y así continuaron el ministerio sobrenatural que Él había comenzado El bautismo del Espíritu Santo no fue la introducción de los Discípulos al reino de Dios, ya que eran parte de él, fue su introducción a lo sobrenatural. Jesús espera que todos sus seguidores caminen en el poder sobrenatural. (Jn. 14:12).

EL NACIMIENTO DEL ESPÍRITU COMPARADO CON EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO   Cuando una persona nace de nuevo no está automáticamente “bautizada en el Espíritu Santo”. “Nacer del Espíritu” y “estar bautizado en el Espíritu Santo” son dos manifestaciones distintas del Espíritu de Dios dentro del hombre. Ningún hombre puede ser bautizado en el Espíritu Santo sin haber nacido de nuevo.

La distinción entre nacer de nuevo (conversión) y el bautismo en el Espíritu Santo (llenura) se ve claramente en el libro de los Hechos. En dos ocasiones se oró para que creyentes recibieran el bautismo en el Espíritu Santo, después de que se habían convertido (Hch. 8:4-24)   a).- En este relato los creyentes en Samaria atendieron a lo predicado por Felipe y fueron bautizados en agua, Estos Samaritanos fueron salvos, miembros del cuerpo de Cristo, “así que había gran gozo en esa ciudad” (Hch. 8:8)

Aún así no habían recibido la llenura del Espíritu “porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos” (Hch. 8:16).   Los Samaritanos habían nacido de nuevo (salvos) cuando “...recibieron la palabra de Dios...” (Hch. 8:14). Pero esto, no les dio automáticamente la llenura del Espíritu Santo; esta manifestación vino cuando los Apóstoles les impusieron las manos.

b). - La conversión de Saulo (Hch b).- La conversión de Saulo (Hch. 9:1-19) sucedió (el nuevo nacimiento) en el camino a Damasco. La evidencia fue el hecho de que se dirigió a Cristo como “Señor” (Hch. 9:5). Y le preguntó a Jesús qué quería que hiciera (Hch. 9:5; 22:10) y le obedeció. Pero Saulo (luego llamado Pablo), aún convertido, no estaba todavía “lleno del Espíritu Santo”. Ananías le impuso manos para que recibiera el bautismo en el Espíritu Santo (Hch. 9:17,18), Otra vez vemos una clara distinción entre la conversión (nuevo nacimiento) y la llenura (bautismo) en el Espíritu Santo.

Hay ocasiones cuando las personas son salvadas y llenas del Espíritu Santo al mismo tiempo. El Espíritu Santo cayó sobre Cornelio y todos los de su casa al escuchar a Pedro predicar. No se le solicitó a Cornelio arrepentirse o confesar sus pecados; el Espíritu santo cayó sobre él al creer lo que Pedro estaba diciendo del Señor (Hch. 10:44-48).  

La regeneración por el Espíritu y el bautismo en el Espíritu Santo son dos obras distintas del Espíritu Santo: a).- Un pozo de agua (Jn 4:14) En esta afirmación Jesús se refiere al Espíritu que mora en el hombre cuando nace de nuevo.   b).- Ríos de agua viva (Jn. 7:38) En este pasaje el agua se refiere al Espíritu Santo, Pero ahora Jesús al agua como ríos, no sólo como pozo. Los que nacen de nuevo tienen el Espíritu como agua en un pozo, pero los que son bautizados en el Espíritu tiene el Espíritu como agua de un río, la diferencia no está en el agua, sino en el volumen y poder de ella

RECIBIENDO EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO   Recibir la llenura o el bautismo en el Espíritu Santo no es un proceso complicado. De hecho, no es un proceso. Es tan sencillo como nacer de nuevo y recibir la vida eterna de Dios. Hay SOLO UN requisito preliminar que una persona debe cumplir antes de ser candidato para el bautismo en el Espíritu Santo. Debe haber nacido de nuevo, ser creyente en el Señor Jesucristo. No se les ofrece a los pecadores, a ellos Dios les ofrece el perdón y la salvación.

El bautismo en el Espíritu Santo es un don gratuito, como la salvación y de ninguna forma puede ser ganado. Como cualquier don que Dios obsequia, éste debe ser recibido por “fe”. Esto quiere decir que Dios lo dará cuando la persona lo pida y no “esperará” hasta que esta persona se haya santificado o que haya esperado mucho para recibirlo.  

Cuando una persona es bautizada en el Espíritu Santo, hay una manifestación sobrenatural o evidencia de esta llenura interna. Esta manifestación se llama “hablar en otras lenguas (o idiomas). Hablar en otras lenguas simplemente es hablar en un idioma que uno NUNCA ha aprendido y no lo entiende en su mente. Esta manifestación puede presentarse de inmediato al ser bautizado en el Espíritu Santo o posteriormente.

- La familia de Cornelio (Hch. 10:45-46) Esto sucedió de inmediato en: - El día de Pentecostés (Hch. 2:4) - La familia de Cornelio (Hch. 10:45-46) - Los Discípulos Efesios (Hch. 19:6) - (Hch. 2:1-6; 8:14-17; 9:17; 10:44; 19:5-7; etc.)  Pero también posteriormente:  Pablo fue convertido en el camino a Damasco, cuando Jesús se le apareció (Hch. 9:5-6). Pero no recibió la llenura del Espíritu Santo hasta que Ananías vino y le impuso las manos (Hch. 9:17). Aunque las Escrituras no dicen aquí que Pablo comenzara a hablar en lenguas, más tarde él le dijo a la iglesia de Corinto que hablaba en lenguas más que todos ellos (1ª. Co. 14:18). Hablar en lenguas era parte de su andar cristiano.