La fragua en la vida cotidiana MISIONEROS CLARETIANOS La fragua en la vida cotidiana Proyecto de renovación espiritual claretiana (2011-2014) 1

“¿Qué quiere Dios de mí en este momento de mi vida?” 2

Hoy se respira en nuestro mundo un aire de búsqueda espiritual Hoy se respira en nuestro mundo un aire de búsqueda espiritual. Se desea “algo diferente” que nos ayude a superar la crisis y a encontrar un sentido a la vida. 3

“Muchos Claretianos, de toda procedencia cultural, edad y contexto de misión, muestran un intenso deseo de crecer en el Espíritu cultivando con gozo –en medio de las dificultades– su respuesta a la llamada recibida.” (HAC, 9). 4

a seguir creciendo en el Espíritu? ¿Compartes este punto de vista? ¿Descubres en el contexto en el que vives un anhelo de algo diferente? ¿Te sientes, también tú, un buscador, un peregrino? ¿Percibes en ti una llamada interior a seguir creciendo en el Espíritu? 5

LA FRAGUA ES TU OPORTUNIDAD Si estás dispuesto a caminar … LA FRAGUA ES TU OPORTUNIDAD 6

¿Qué es la fragua? 7

Es la alegoría usada por san Antonio María Claret en la Autobiografía para describir su experiencia de transformación espiritual: 8

“Al principio de estar en Vich pasaba en mí lo que en un taller de cerrajero, que el director mete la barra de hierro en la fragua. 9

Cuando está bien caldeada, la saca y la pone sobre el yunque y empieza a descargar golpes con el martillo. 10

El ayudante hace lo mismo, y los dos van alternando y como a compás van descargando martillazos y van machacando hasta que toma la forma que se ha propuesto el director. 11

La alegoría puede parecer anacrónica, mecánica y hasta un poco violenta. 12

Pero, más allá de la primera impresión, posee un profundo y bello significado cósmico, artístico, pedagógico y espiritual. 13

los cuatro elementos primordiales: tierra, fuego, aire y agua. Concentra en sí misma los cuatro elementos primordiales: tierra, fuego, aire y agua. 14

cada objeto es único e irrepetible. Describe, paso a paso, en qué consiste un verdadero proceso artesanal de transformación en el que cada objeto es único e irrepetible. 15

Cuando el herrero quiere transformar un trozo de hierro en un objeto útil y bello, lo primero que hace es introducirlo en el fuego para que se vuelva maleable. 16

Después, lo coloca sobre el yunque y comienza a golpearlo con el martillo hasta que consigue darle la forma deseada. 17

Finalmente, lo introduce en el agua para que adquiera el temple justo. 18

Nosotros, como Claret, aplicamos la alegoría y el proceso contenido en ella a nuestro camino de crecimiento espiritual. 19

Somos como una saeta misionera que, con el paso del tiempo, se va mellando y cubriendo de escorias. 20

¡POR ESO NECESITAMOS CONTINUAMENTE VOLVER A LA FRAGUA! 21

Dejarnos calentar y transformar por el fuego. 22

Permitir que nuestro hierro sea forjado en el yunque y contribuir libremente al proceso de forja. 23

Adquirir el temple justo en el agua. 24

En definitiva, volver a ser saetas agudas, dispuestas para su lanzamiento. 25

Cada uno de los momentos de la fragua tiene también un significado espiritual. 26

El fuego simboliza la experiencia del amor de Dios que calienta, doblega, purifica, ilumina y cauteriza. 27

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El yunque y el martillo representan el proceso de configuración con Cristo. 29

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La forma es la saeta. Con ella se alude a la unción y el envío del Espíritu Santo para anunciar la buena noticia a los pobres. 31

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La Fragua es también un itinerario cordimariano 33

MARÍA PROTECTORA (Quid Prodest) “Vos, Madre mía, ¿qué gracias os podré dar por haberme preservado de la muerte sacándome del mar?” 34

MARÍA, CORAZÓN DE MADRE (Patris Mei) “¡Oh, Corazón de María, fragua e instrumento del amor, enciéndeme en el amor de Dios y del prójimo!” 35

MARÍA, DISCÍPULA Y FORMADORA (Caritas Christi) “Bien sabéis que soy hijo y ministro vuestro, formado por Vos misma en la fragua de vuestra misericordia y amor.” 36

MARÍA, DIRECTORA DE LA MISIÓN (Spiritus Domini) “Soy como una saeta puesta en tu mano poderosa. Lánzame, Madre mía” 37