Realización de un póster con tintas planas © Patxi Aguirrezabal M. 2010 Departamento de Ed. Plástica y Visual IES. Atenea

Elección del motivo Se elige un motivo que puede ser un retrato como el de la foto o de otra temática cualquiera. Si se elige un retrato, éste puede ser de un personaje cualquiera (Ej: actor, político, músico, etc.) o personal. Para la elección sirven fotos propias, de periódico, revistas o internet. La fotografía puede ser en blanco y negro, o a color, aunque es más fácil si los colores de la foto se adecuan a los colores de las tintas que utilizaremos. - Es conveniente huir de motivos con escasas sombras pues dificultan el trabajo. En este sentido no es bueno (es más dificultoso) trabajar con retratados "guapos" o "feos". Unos porque generan pocas sombras, y los otros por lo contrario.

Síntesis de la imagen Para elaborar esta parte del trabajo conviene centrarse en la parte de la fotografía que nos va a servir de motivo, despreciando lo superfluo. Incluso podemos pintar el fondo con objeto de clarificar y centrarnos en el trabajo que vamos a realizar. Sobre un papel calcamos (se recomienda hacerlo con papel carboncillo o de calcar a máquina) los bordes de las sombras intensas (es decir los negros intensos). El proceso consiste en bordear los negros de tal manera que empezando en un punto y sin levantar el lápiz finalizaremos en el mismo punto. Se genera así una forma completamente cerrada. Es importante que las formas sean cerradas porque de esta manera controlaremos la superficie en la que vamos a pintar. Para ayudarnos en la localización de las zonas negras podemos entornar los ojos. De esta manera se intensifican los contornos de las formas.

Podemos ennegrecer con un lápiz algunas de las zonas cerradas para comprobar si el dibujo se parece al original.

PROCESO DE CREACIÓN DEL POSTER Ampliación Cuadriculamos el dibujo que ampliaremos posteriormente, y lo numeramos. Letras en un costado y números en el otro. Es importante que cuadriculemos perfectamente. Preferiblemente usaremos cuadrados de un centímetro de lado.

Para ampliar medimos el tamaño del soporte de-finitivo sobre el que vamos a reproducir la imagen. Si por ejemplo pretendemos reproducirlo sobre una cartulina, la medimos en sus dos dimensio-nes. Una cartulina suele medir 65x55 cm. Dividimos el ancho de la cartulina entre el ancho del original (es decir los 55 cm de la cartulina entre los 19 cm de nuestro dibujo original). Repetimos el mismo procedimiento para el alto (los 65 cm de la car-tulina entre los 24 cm de nuestro dibujo original). Obtenemos en la primera operación un valor de 2,9 y en la segunda operación un valor de 2,7. Un buen valor final sería el de 2,5 que es el más pró-ximo a los dos valores resultantes y cómodo para trabajar. Una vez obtenido el valor de la ampliación bus-camos un papel fino en el que dibujaremos cua-drados de 2,5cm de lado. Tantos cuadrados como teníamos en el cuadriculado del dibujo original. Únicamente falta dibujar en cada cuadradito la imagen de su correspondiente cuadradito original ampliado en este caso x2,5 cm.

PROCESO DE REPRODUCCIÓN DEL POSTER Copia de la imagen ampliada Sobre la cartulina colocamos tantos papeles de calcar a máquina como sean necesarios para cubrirla completamente. No hace falta pegarlos. Únicamente tapamos la cartulina. Es preferible que estos papeles sean de tinta negra pues sus efectos -en caso de dejar marcas- son los más fáciles de corregir. Encima de los papeles de calcar colocamos la hoja con la imagen ampliada, sin pegar en ningún sitio, y repasamos con un bolígrafo para calcar. Es preferible trabajar el calcado con un bolígrafo para reco-nocer fácilmente las formas tratadas de las que faltan por copiar. Preparación de la pintura En un recipiente colocamos una pizca de pasta de témpera de algo menos de un centímetro cúbico, y le echamos una gota de agua. Es importante que sea una sola gota de agua, para evitar que la pasta se agüe. Procedemos a mezclar bien la pasta de témpera con el agua. Pintado Con un pincel fino procedemos a bordear las formas negras. Lo haremos siempre por el interior. De esta manera evitaremos manchar por accidente las zonas que han de quedar blancas. Con un pincel más grande se pintan los interiores bordeados de las zonas negras.