Japón Mapamundi anónimo elaborado en Japón hacia 1850 (antes de la llegada de Perry)

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Retratos de los creadores del tercer shogunato, llamado de Edo o Tokugawa: Nobunaga Oda, Toyotomi Hideyoshi y Tokugawa Ieyasu. Obviamente, sólo el último pertenecía al clan, pero se considera a los otros dos como precursores de la unificación del Japón que culminó con Ieyasu. La fotografía corresponde al último shogun, Tokugawa Yoshinobu. Como se ve, cambian las personas e incluso el canal de representación; pero no el estilo. Tres de los shogunes, Oda, Ieyasu y Yoshinobu, muestran el mango del tanto, la pequeña espada que, eventualmente, se utilizaría en el rito del sepuku o harakiri; es decir, el suicidio honorable, exclusivo de la nobleza, por desentrañamiento. Los valores que atribuimos a la sociedad feudal (valentía, sacrificio, lealtad, etc.) alcanzaron en Japón una extensión y profundidad que no se reconoce en Europa.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Otra imagen relacionada con esos valores: los 47 ronin. La historia, supuestamente verídica, cuenta la venganza de 47 samuráis que se convirtieron en “ronin” –samuráis sin señor– cuando el daimyo al que servían fue injustamente obligado a cometer sepuku. El daimyo rival, responsable último de aquel suicidio, fue asesinado en su casa al cabo de año y medio, tras una corta batalla entre sus servidores y estos ronin. Aunque aquella refriega era un reto al orden establecido fue bien recibida por el pueblo, lo que movió al shogun a la clemencia. Así, en lugar de condenarles a muerte se les concedió el honor de que ellos también cometieran sepuku, lo que todos hicieron. La historia de los 47 ronin, cierta o falsa, despertó muchas controversias. Hubo moralistas que les consideraban poco menos que unos bandidos; pero para otros su entrega y lealtad eran admirables. En cualquier caso, es notable; y chocante. Desde fuera, resulta difícil entender la generosidad de un shogun que concede a los ronin el “derecho” a matarse ritualmente de forma dolorosísima.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón A diferencia del emperador de China, los shogunes japoneses basaban su poder en las propiedad o control directo de una parte no pequeña del territorio. Sobre el resto del territorio, los feudos controlados por los daimyos, el control era indirecto; aunque, en general, bastante efectivo. El mapa también recoge las principales rutas terrestres y marítimas del Japón. El territorio situado entre Tokio y Kioto-Osaka era el centro económico y político del país.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Tokio creció alrededor del castillo de Edo. Levantado a mediados del siglo XV, todavía a finales del siglo XVI sólo había un centenar de chozas en sus proximidades. Pero con el establecimiento del shogunato Tokugawa en 1603 la ciudad creció de modo espectacular. Sólo un siglo más tarde, hacia 1700, Edo-Tokio probablemente era la ciudad más grande del mundo.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Esperanzas de vida en varias localidades del Japón en el siglo XVIII comparadas con las de Inglaterra y Gales por los mismos años. Por supuesto, los datos tienen cierto margen de error y su misma interpretación es discutible. Por ejemplo, el último (Echizen) es inesperadamente bajo. Pero con todos los problemas que se puedan reconocer, parece claro que el nivel de vida en el Japón Tokugawa no era muy diferente del de la Inglaterra preindustrial. Quizás, incluso fuera mayor.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Delicado mapa o vista aérea del puerto holandés de Deshima (o Dejima), el único punto de contacto entre Japón y Europa hasta la expedición de la flota americana del comodoro Perry en 1853. Se trata de una isla artificial situada en la Bahía de Nagasaki, ciudad que se encuentra en el extremo meridional de la isla de Kyushu, la más sureña. Por tanto, es uno de los puertos más cercanos a China y las rutas europeas; y también uno de los más alejados de Edo-Tokio y Kioto. Contaba con un único acceso a tierra a través de un puente; un modo perfecto de controlar la entrada de mercancías… o ideas. De hecho, los holandeses residentes allí no tenían permiso para cruzar ese puente y adentrarse en Japón.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón No es cierto que con el shogunato Tokugawa Japón se aislara del resto del planeta. Simplemente excluyó a los europeos (o, mejor dicho, a los cristianos) de cualquier relación comercial; y aún esto con excepciones. El comercio con China continuó, aunque también tuvo que soportar algunas restricciones. Esta otra vista aérea corresponde a la factoría china de la calle Teng-Chan de Nagasaki, fundada en 1688. Los chinos mantuvieron un tráfico comercial fuertemente superavitario (se saldaba con exportaciones de plata japonesa), que era necesario para el funcionamiento de una parte no pequeña de la industria japonesa.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Pintura japonesa del 1854 sobre la expedición del comodoro Perry a Yokohama. Los barcos se impulsaban con velas y ruedas de paletas. El humo que salía de las chimeneas hizo que fueran conocidos como “barcos negros”; una imagen coherente con el resto de la iconografía peyorativa que acompañó aquella expedición. La aplicación de los tratados “desiguales”, que contemplaban una jurisdicción diferencial para los europeos, generaron muchas historias sobre la arrogancia e impunidad con la que se habrían movido los occidentales. Por lo demás, es obvio que esos episodios, humillantes desde la perspectiva japonesa, también fueron muy beneficiosos para la evolución futura del país.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Una medida elocuente del posible problema ecológico (o maltusiano) de Japón a lo largo del los siglos XVII a XIX. Entre 1600 y 1850 la población se multiplico por 2,7, pero la tierra sólo lo hizo por 1,5. La inmensa mayor parte de ese crecimiento tuvo lugar en los primeros 100 años, lo que implicaría que en el siglo XVIII los recursos se estaban agotando. No se llegó a un colapso porque los rendimientos por unidad de superficie (Y/R) también crecieron un 50%. Con todo, en 1850 la producción agrícola por habitante era un 22% inferior a la de 1600. Esto explicaría la aparente mayor recurrencia de crisis agrícolas en la última parte del período Tokugawa.

La gran divergencia: la no-Europa antes de 1800. Japón Costes salariales en Inglaterra y Japón. Antes de la Revolución industrial existían diferencias significativas entre los dos países. En Japón no parece que hubiera un gran distancia entre los salarios urbanos y rurales, los cuales tampoco eran muy diferentes de los salarios rurales ingleses (aunque en Oxford sí eran más elevados). En cambio, los salarios urbanos en Inglaterra (Londres) venían a ser el doble de todos los demás, una diferencia que se redujo, pero sólo temporalmente, a comienzos del siglo XIX. Así pues, en Japón no existían incentivos tan poderosos como en Gran Bretaña para la sustitución de trabajo por capital.