La historia de mi ahijado Cooper 31 de Julio Día del Perro Callejero La historia de mi ahijado Cooper En su homenaje y en el de todos los perros que aún vagan por las calles buscando alimento y cariño. Marita – 2011
El 5 de marzo de 2011, estaba en la parada esperando el ómnibus… Fue cuando pasó por la calle caminando un perro negro… casi sin pelo… lleno de sarna. Ninguna de las personas que estaban allí parecía verlo… Caminaba desganado, tomando agua de los charquitos de la calle, tenía un aspecto horrible…. No pude ignorarlo. Saqué unas galletitas de la mochila y salí tras él. El perro no quería ni que me acercara, no levantaba la cabeza, escapaba con su paso lento. Saqué entonces una correa de perro y lo enlacé. Con él me dirigí hasta una veterinaria, entré decidida. La que me atendió nos miró dos veces… supongo se asustó un poco del estado del perro que le entregaba para bañar y curar…. Esa misma tarde, logré que fuera ingresado en una protectora, a cambio de colaborar en su recuperación.
Esa tarde Cooper (así le puso una amiga) estaba en un canil con un plato lleno de comida…
Lenta recuperación Un perro callejero, en el estado que rescaté a Cooper, no solo requiere recuperación física, sino también anímica. Para los que aún dudan que el perro siente, sufre y necesita del cariño humano, les contaré que a Cooper le costó mucho volver a confiar en el humano, volver a estar alegre, sentirse vivo…
Las primeras semanas parecía un muerto en vida… Los sábados iba a visitarlo, entraba a su canil y le hablaba. No lograba que saliera de su cucha.. No me miraba, parecía no escucharme. Tenía que llevar unas latas de alimento y con eso entusiasmarlo. Un poquito cerca de su boca, luego de media hora cuando se erguía, le ponía mas comida fuera de la cucha, hasta que salía. Entonces le colocaba collar y correa…
… y lo bañaba. Con champú y luego con producto para la sarna avanzada que tenía. Su piel tenía lastimaduras de tan mal que estaba.
Esta era su carita a pocos días de su rescate
Luego de bañarlo, lo sacaba a pasear Luego de bañarlo, lo sacaba a pasear.. Miraba hacia abajo, no movía la cola.. Apenas caminaba… Con paciencia y muchas caricias fui logrando que recuperara las ganas de vivir
Unas pocas semanas después, cuando Cooper me sentía llegar, se levantaba, salía de su cucha y me esperaba en la puerta de su canil. Lo bañaba, salíamos a pasear y comenzó a mover la cola. Esa expresión de felicidad que la mayoría de los perros tiene, le costó muchos días recuperar a mi ahijado.
De a poco también la parte física fue mejorando, la sarna se iba frenando, le salía pelito nuevo e iba engordando. Cooper
Hoy Cooper está muy recuperado. Es un perro alegre, enérgico. Mueve la cola, salta, expresa su alegría Pero sigue encerrado en un canil, esperando que alguien lo adopte…
Ahora necesita un hogar. Hoy es el día del Perro Callejero Ahora necesita un hogar. Hoy es el día del Perro Callejero. Al igual que Cooper, hay cientos de perros abandonados y maltratados. Que vagan allí esperando un poco de alimento y atención. Que pueden ser grandes compañeros como cualquier perro de raza. No los ignores!