“Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso. Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impíos”

Esta lección hace énfasis en los cantos de esperanza para los oprimidos y necesitados de misericordia y justicia.

SALMOS: CANTOS DE ESPERANZA PARA LOS OPRIMIDOS “Porque no para siempre será olvidado el menesteroso, Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.” (Salmos 9:18). ¿De qué manera este Salmo de David, viene a ser como cantos de esperanza para los oprimidos ? Como el Salmo 9, en el cual el salmista adora y alaba a Dios por establecer su tribunal para juzgar a las personas y naciones por sus maldades a los hijos de Dios. El SEÑOR juzgará al mundo como el juez justo y verdadero y único refugio de los angustiados (versículos 7-9). Dios es la esperanza de un juicio justo y que el malhechor será castigado y sus oprimidos serán restaurados y renovados. El salmo expresa el deseo de los afligidos delante del altar del Juez de toda la Tierra por misericordia en su aflicción y que el que lo hizo sufrir sea juzgado. En la certeza del favor, se compromete a alabar y regocijarse en el SENOR por su salvación. A los impíos el castigo es condena a la muerte eterna, pero los necesitados no serán olvidados, aunque retrasen la asistencia de sus necesidades. Y finalmente, la oración clama a Dios que no permita que prevalezcan los malvados, que reconozcan que solo son humanos y que JEHOVÁ es Dios. (Salmo 9:13-20). PIENSA: ¿Qué razones tenemos para considerar que la idea de juicio es positiva y no algo que temer?

“¡LEVÁNTATE, DIOS!” ¿Cuál es el mensaje para nosotros en Salmos 82? “Levántate, oh Dios, juzga la tierra; Porque tú heredarás todas las naciones” (Salmos 82:8). ¿Cuál es el mensaje para nosotros en Salmos 82? Muchos cánticos del libro de los Salmos reflejan la voluntad divina para que su pueblo se preocupe por tener un juicio justo a favor de los pobres y los afligidos. Específicamente, esta orientación se presenta en el Salmo 82. El Salmo 82 favorece una respuesta a la defensa de los intereses de los jueces y de los poderosos. Dios se interpone como el Juez de todos los pueblos y de los mismos jueces, declarando que ellos, al igual que los sacerdotes, eran sus subordinados y representantes, por lo tanto, sujetos a seguir su modelo de juzgamiento. El Salmo 82 refuerza el conocimiento de que solo Dios es el Juez Supremo y el único que puede equilibrar los resultados de la disputa pobres y ricos, afligidos y seguros, desfavorecidos y ricos, convirtiéndolos a todos en ciudadanos de los mismos derechos y reconocimientos, hijos del mismo Creador. y Padre y herederos del Rey de reyes. PIENSA: En diferentes momentos de nuestra vida, podemos ser víctimas de la injusticia; pero, en otras ocasiones, podemos ser los que cometemos una injusticia o nos beneficiamos de ella. En pasajes como el Salmo 82, podemos encontrar discernimiento y sabiduría, seamos oprimidos u opresores.

LAS PROMESAS DE UN REY “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá” (Salmos 101:6). ¿Qué consejo importante podemos extraer del salmo 101, cualquiera sea nuestra situación en la vida? El Salmo 101 es para todos que enseñen, practiquen y promuevan la justicia en todas las áreas de sus vidas. Se le atribuye a David y probablemente son palabras de sus primeras declaraciones como Rey sobre todo Israel, en contraste con los últimos actos y declaraciones del antecesor, Saúl. El salmista se compromete ante Dios a ejercer un buen liderazgo dentro de su casa y a través de un corazón que actúa con sinceridad (v. 2), apartándose de los que practican la maldad y (versículo 3), devaluando por completo a las personas chismosas, no dando crédito a los arrogantes (versículo 5), procurando la convivencia con los fieles a Dios y que tengan una vida de influencia para la justicia y la verdad (v.6), ausentándose de aquellos que mienten y engañan (versículo 7) y luchando para que desaparezcan los impíos e inicuos (versículo 8). El Salmo 101 hace un llamado a todos, en todo momento, a usar sus influencias para alentar a las personas en el camino de la bondad, a dar la bienvenida a los fieles, a los humildes, a hablar y actuar con corrección, ya sea en la vida profesional, en la sociedad o en la familia o en la iglesia, siempre buscando ser una bendición para los demás. PIENSA: ¿cómo podemos llenar nuestra vida con influencias que nos ayuden a vivir y a liderar –donde nos toque– con justicia y misericordia?

ANDAR CON EL SEÑOR ¿Cuál es el mensaje para nosotros? “Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios” (Salmos 146:5) ¿Cuál es el mensaje para nosotros? Los últimos cinco salmos de la colección comienzan con la frase "Alabado sea el SEÑOR". Y el primero de ellos, el Salmo 146, aclara que entre los motivos de esta alabanza está el hecho de que Dios es el Creador (versículo 6), Juez, proveedor, sanador, auxiliador y abogado, y Dios ejerce todas estas atribuciones en favor de aquellos que necesitan de justicia, refugio, alimento y de techo, abrigo, alimento y acogimiento curación y liberación de las limitaciones que a menudo impone la vida. A la vista de Dios, la justicia sostiene a una sociedad sana; pero aun cuando podamos no estar en una posición como para promover esto al nivel de toda una sociedad, todavía podemos elegir vivir con justicia, equidad y sabiduría en nuestras propias vidas, ejemplificando hasta donde sea posible la vida fiel de Cristo. La injusticia es repetidamente descrita como algo acerca de lo cual un Dios justo debía estar preocupado y activo, y lo está. Dios es el que ayuda a la gente indefensa y es la esperanza del desesperado. Y es Dios el que en última instancia juzga al opresor, en favor del oprimido, razón por la cual el cuadro de un juicio descrito repetidamente en todo Salmos es uno de anhelo. PIENSA: ¿De qué modo logramos tener una relación más íntima con Dios al servir a los demás?

PROVERBIOS: MISERICORDIA CON LOS NECESITADOS “La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece” (Proverbios 10 :4). ¿Cuál es la enseñanza en cuestiones de riqueza y pobreza, y ayudar a los necesitados? Dios condena la indiferencia y la pereza (Proverbios 10: 4, 19:15), advirtiendo a aquellos que no cumplan con las necesidades de los pobres y desamparados. Elogia la labor, aunque agotador, que será recompensado con la mesa bien servida y la satisfacción (Proverbios 13:23, 25), siendo mejor lo poco y honesto que lo mucho del opresor (Proverbios 15:15-16, 16: 8), advirtiendo que el pobres y los ricos son sus criaturas suyas y oprimir a los pobres es deshonrarlo (Proverbios 14:31, 22:2), porque Él defiende a los pobres y condena al explotador (Proverbios 22:22-23). Asesora a la aplicación de la justicia honesta, sin favorecer a los ricos, con el testimonio verdadero (Proverbios 14: 5, 25; 17:15; 21:28), recordando que en los negocios también se debe practicar la honestidad (Proverbios 16:11-13; 20:23). Incluso los gobernantes y autoridades deben ser justos e incorruptibles, atentos a los necesitados y afligidos. Estos gobiernos serán bendecidos por Dios (Proverbios 8:15-16; 28:14-16) Por lo tanto, el sabio le pide a Dios que lo bendiga con lo suficiente. Ni la abundancia que conduzca al egocentrismo ni la pobreza que induzca a sentirse maldecido por Dios, y que su vida no presenta la vanidad o falsedad (Proverbios 30: 7-9). PIENSA: Es fácil que alguien se sienta apenado por quienes pasan por situaciones malas. Sin embargo, ¿de qué forma podemos tomar ese sentimiento de tristeza y convertirlo en acción?

Sorprendentes son los mensajes directos de Salmos y Proverbios acerca de la compasión, la responsabilidad y el compromiso con la justicia, la igualdad de derechos, el testimonio verdadero, el suministro de alimentos, la vivienda, la ropa de abrigo, la atención y el afecto hacia los pobres y necesitados, e involucra a las personas, ricas o no. Jueces, gobernantes en sus obligaciones de abastecer a los pobres y desesperados en todas sus necesidades. Qué mayor alabanza a Dios es atender a sus hijos desfavorecidos, por cualquier motivo, han sido atrapados en la desgracia del infortunio. Desde los miserables hasta el rey en su abundancia y riqueza, todos son hijos de Dios, sus criaturas y todos tienen necesidades que pueden ser satisfechas por las acciones de aquellos que escuchan la Palabra de Dios. Tanto Salmos como Proverbios reflejan el mismo mensaje.