PREPARANDONOS PARA LA COSECHA San Juan 4:35-36

San Juan 4:35-36 “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega”.

Introducción: Al prepararnos nos estamos previniendo, disponiendo o haciendo lo que sea necesario para lograr lo que queremos. La preparación demuestra nuestro interés por lo que queremos lograr, con ella demostramos que verdaderamente anhelamos, que tenemos pasión por la cosecha esperada y hasta manifestamos nuestra fe, firmeza y perseverancia por conseguirlo. Como líderes en la viña del Señor, nuestra preparación es imprescindible a fin de que podamos lograr la mejor cosecha para honrar a Dios, pero sobre todo, sabiendo que nuestro Señor es exigente y demandante de fruto abundante. “No me elegisteis vosotros a mi, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo de.” San Juan 15:16

I. PERMANEZCAMOS FIRMES EN EL SEÑOR JESÚS Este es el primer requisito para poder tener una cosecha abundante para el Señor, Jesús lo declara literalmente en Juan 15:4 “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mi.” Debemos entenderlo como una dependencia total de Dios, lo cual lo lograremos a través de una relación íntima con el Señor por medio de la oración y la meditación de su palabra.

II. Guardemos los Mandamientos del Señor Otro factor que nos ayudará a lograr un fruto abundante para el Señor, es desarrollar una vida de obediencia, demás es el mejor de los sacrificios que podemos ofrendar a Dios. Guardar los mandamientos del Señor nos trae la bendición que Dios nos ha prometido. “Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar.” Deuteronomio 28:11

III. Practiquemos el amor de Dios, Amando la Cosecha que Levantaremos El factor más importante que en este tiempo tenemos, es que vivimos en un mundo que muere sin Dios y sin esperanza, carente de valores; por ello es de vital importancia que creyentes practiquemos el amor. Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador; de la misma manera, nosotros como siervos de Dios debemos de aborrecer y despojarnos de todo peso de pecado, pero debemos de amar a los pecadores; tener compasión por sus almas, porque Cristo ha muerto también por ellos. San Juan 3:16-17

Reflexión Dependiendo de la preparación que tengamos para la cosecha, será el resultado de la misma, nuestra pasión, dedicación, entusiasmo, en mantener una relación íntima con Dios, permaneciendo en su palabra y nuestra obediencia a sus mandatos, aunado a la practica del amor de Dios, no solamente garantizarán la cosecha de almas para su reino, sino también la consolidación de un pueblo dispuesto para Dios.