Texto del P. Juan María Gallardo Mónica Heller para el curso El arte de perdonar
Lo miró d e t e n i d a m e n t e y reflexionó: -Pobre, está cansado, se nota que no ha dormido bien. Está trabajando demasiado duro, ¡qué bien le vendrían unas vacaciones!
¡Qué lástima que en su casa no encuentre el apoyo y la comprensión que necesita! ¡Qué importante sería que sus seres queridos lo valoren como se merece! ¿No se deja, acaso, la vida por ellos?
Tiene todo el día por delante, esperemos que no encuentre demasiados problemas en el trabajo ni le ataque su habitual dolor de cabeza. Lo volvió a mirar d e t e n i d a m e n t e, terminó de cambiarse y cerró la puerta del espejo del ropero del vestidor.
Señor: ¡Enséñanos a querer a los demás, como nos amamos a nosotros mismos!