¿Por qué muerden los niños? ¿Qué hacer cuando los niños muerden? Mordidas ¿Por qué muerden los niños? ¿Qué hacer cuando los niños muerden?

Introducción Las mordidas son una de las preocupaciones más grandes de los padres que tienen hijos pequeños. Existen diferentes programas para combatir el hecho de que un niño muerda: los que creen que es un problema de conducta y utilizan el castigo para resolverlo los que ignoran la existencia de las mordidas Los que tratan de dirigir apropiadamente tanto al niño como a los familiares y maestros, en la comprensión de que este comportamiento está relacionado con el desarrollo del niño Margarita Ramos establece que el morder es un problema adaptativo por lo que se debe enseñar a los niños diferentes maneras de comportarse ante este tipo de situaciones.

¿Por qué muerden los niños? El primer paso para hacer que los niños dejen de morder es comprender porqué lo está haciendo. Las estrategias a elegir para corregir esta conducta, dependen del conocimiento que se tenga acerca del porqué se está mordiendo. Los niños muerden por muchas razones y Gretechen Kinnell las ha englobado en tres categorías:

¿Por qué muerden los niños? Relacionadas con el desarrollo: Dolor de dientes o incomodidad Exploración sensorial del entorno Aprender acerca de la relación causa y efecto Aprender a través de la imitación a otros Desarrollo de la autonomía Necesidad de más atención Aprender a tener y dejar ir Desarrollo de integración sensorial

2. Expresión de sentimientos: Frustración Tensión Ansiedad Enojo Emoción Como reacción ante el abuso o agresión física

3. Un ambiente o un programa que no está trabajando para el niño: Un ambiente que es muy estimulante o que no lo está estimulando del todo. Un lugar que está muy lleno y que no le está dando privacidad al niño. Expectativas inapropiadas (esperara que un niño sea compartido) Un horario rígido que no permita al niño satisfacer sus necesidades como el alimento y/o el sueño.

¿Qué hacer cuando un niño muerde? Poner atención a los sentimientos que refleja el niño que ha sido mordido. Si está asustado o angustiado, separarlo del niño que lo mordió. Si está enojado y listo para atacar, mover a los dos niños a áreas distintas. (2 mins. máximo). Si está indignado, juntar a los dos niños para que la víctima exprese sus sentimientos directamente. 2. Revisar la mordida y otorgar la atención necesaria. 3. Confortar al niño y hacerlo saber que ha sido mordida/lastimado.

5. Dependiendo del caso, decir al niño que acaba de morder: 4. Hacerle ver al niño mordido que debe decirle a su agresor “no, no me muerdas”. 5. Dependiendo del caso, decir al niño que acaba de morder: Lo mordiste con tus dientes, no le gustó, no está bien morder a la gente. La mordiste y le dolió, por eso está llorando, no quiero que vuelvas a morder. Estabas enojado porque el carro no funcionaba, por eso mordiste a tu amigo. El morder lastima a la gente. Yo te voy a ayudar cuando estés enojado pero no puedes morder a la gente. Ella tenía el juguete que querías, y tu la mordiste para quitárselo. Morder lastima a la gente y no puedes tener juguetes cuando tu muerdes a la gente. Mordiste a Alex y lo lastimaste. El estaba tratando de ir contigo a un juego contigo, le puedes decir: “no, Alex” pero no debes morder.

¿Qué no hacer? Utilizar el tiempo fuera. Decir “¿te gustaría que él te mordiera?” ¿Quisieras que alguien te mordiera? Te gusta cuando los niños te muerden? No debes de dar discursos acerca de lo que hizo mal y porqué, o repetir varias veces lo que hizo mal de una manera enérgica.