VALORES INSTITUCIONALES Los valores que guían nuestro proyecto educativo son los siguientes: La Vida La Alianza La Cruz La Eucaristía La Reconciliación
LA VIDA La espiritualidad de la sangre nos lleva a comprender que la VIDA es el valor supremo y todo está supeditado a ella, y los miembros de la comunidad educativa aprenderán a respetarla y valorarla. Defenderán: la vida, el desarrollo físico sano, los Derechos Humanos, la dignidad, la estima propia y de los demás.
LA ALIANZA La espiritualidad de la sangre nos exige vivir en el amor y poner al otro como lo más importante. Todos aprenderemos a dialogar, a vivir en la hermandad, relacionándonos en condiciones de igualdad, a compartir la vida. Aprenderemos a superar todo lo que dañe estas relaciones. Desarrollaremos la capacidad de aceptación y valoración de los demás, el respeto, la solidaridad y la misericordia. En relación con los otros es donde se vive la relación con Dios.
LA CRUZ Es saber vivir en fidelidad hasta las últimas consecuencias con el propio proyecto de vida, con el Dios en el que se cree y con las personas a las que se ama. La comunidad educativa desarrollará la fortaleza, y resistencia frente a las dificultades; la asertividad que no arremete ni responde con violencia, pero tampoco se deja aplastar o humillar. Crecerán en la tolerancia a la frustración frente a los conflictos y adversidades con la esperanza que nace de la fe. Hay que ser justos dándole a cada uno lo que le corresponde por sus derechos, su situación, esfuerzo y necesidades.
LA EUCARISTÍA. Celebra la memoria y presencia de Jesús resucitado y se compromete con su misión. Nos compromete a llevar el amor al plano más elemental para que haya condiciones de vida digna. Se realiza la presencia del Dios solidario que reconcilia y libera. Aprendemos a encontrar soluciones de justicia y solidaridad, a vivir en gratitud, sabiendo que todo lo que somos y tenemos lo hemos recibido. Creceremos en la capacidad de donación y entrega en el servicio a los demás.
LA RECONCILIACIÓN Exige el aprendizaje y desarrollo de determinados valores para impulsar la verdadera reconciliación cristiana, valores ligados a la verdad; “sin verdad no hay reconciliación”. Capacidad de escuchar y descubrir las urgencias de la vida, de abrir caminos alternativos que permite descubrir a Dios presente. Exige también los valores relacionados con la justicia para la resolución no violenta de conflictos. Seremos personas de perdón, de fe y esperanza en Dios. Crearemos espacios para las víctimas y aprenderemos a darles refugio y acompañamiento para la sanación de las heridas.