El privilegio de la pobreza, que has elegido de corazón; es la corona que te embellece y te configura con el Señor. Yo te prometo, hermana Clara y a tus hermanas de San Damián, y en torno al mundo a todas tus hijas, que nunca nada les faltará.
no les asalte ningún temor; pues siendo esposas de Jesucristo, Tengan confianza, no tengan miedo, no les asalte ningún temor; pues siendo esposas de Jesucristo, son también reinas de la creación.
Por ser ustedes las damas pobres, vírgenes dadas a la oración; cuentan con los hermanos menores, para sustento y protección. Es la promesa que yo, Francisco, hago a la planta que yo sembré; y por las mismas llagas de Cristo, estoy seguro que cumpliré.