Así será tu descendencia... Aquel día el Señor “Dios sacó afuera a Abraham y le dijo: Mira al cielo, cuenta las estrellas si puedes. Y añadió: Así será tu descendencia... Aquel día el Señor hizo alianza con Abraham”. Gen, 5, 15-18
En el Génesis un sueño profundo invadió a Abraham y un terror intenso cayó sobre él. En el evangelio de la transfiguración, la gran promesa de Dios es la presencia de su Hijo entre nosotros.
Se menciona el sueño de los apóstoles, que, además, se asustaron al entrar en la nube, símbolo de la presencia de Dios.
“La montaña en la Biblia representa el lugar de la cercanía y del encuentro íntimo con Dios; el sitio de la oración, para estar en presencia del Señor”.
En la nube Dios se nos muestra cercano e invisible, amoroso pero inaferrable. Es la imagen de su misericordia que ilumina el desierto de nuestra vida.
Moisés y Elías representan la Ley y los Profetas, los dos grandes pilares de la fe de Israel. Ellos dan testimonio de la verdad y de la misión de Jesús, que ha de culminar en su muerte y su entrega por nosotros.
“Maestro, qué hermoso es estar aquí. . Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”
Ojalá todos descubran la belleza del mensaje Esa es la voz de Pedro. La belleza y la verdad se hacen oración en los que creen. Ojalá todos descubran la belleza del mensaje y de la compañía del Señor.
“Este es mi hijo, el escogido, escuchadle” Dios se nos revela como Padre de Jesús y Padre nuestro. Su voluntad es que escuchemos la voz del que Pedro reconoce como Maestro. En él está la vida.
Señor Jesús, tu transfiguración nos recuerda que eres tan humano que necesitas acercarte a Dios. Y eres tan divino que en ti se cumplen las Escrituras y se manifiesta la gloria del Padre. Ayúdanos a ser testigos de tu misión. Amén.
José Román Flecha Andrés Texto: EL CAMINO, Ciclo C –Editorial Monte Carmelo Presentación: Antonia Castro Panero