SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
“Tengo mucho más que decirles, pero en este momento sería demasiado para ustedes. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder.” (Jn 16, 12-13)
Jesús afirma su comunión de vida con el Padre celestial. Anuncia que el Espíritu tomará del tesoro de esa vida compartida para guiar a los creyentes hasta la verdad plena.
“Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. Todo lo que el Padre tiene, es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes.” (Jn 16, 14-15)
Es la comunión la que crea vida y alegría. Esa relación de Jesús con su Padre es el modelo de la mejor relación humana.
La Trinidad es una comunidad modelo para toda la sociedad, porque no anula la identidad de cada persona y reúne voluntades en el ser y en la voluntad común.
Si no lo recibimos viviremos «El Espíritu de la Verdad los guiará hasta la verdad plena» Si no lo recibimos viviremos en la opinión y la duda, en la incertidumbre y el relativismo. Ningún otro maestro de este mundo nos llevará a la Verdad última que viene de Dios.
La Trinidad es un solo Dios el que se nos revela como fuente de vida, como modelo de misericordia, como manantial del amor.
ORACIÓN: Dios Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, danos un corazón limpio, fuerte y grande para acogerte, adorarte y anunciarte en nuestro mundo.
Beata Isabel de la Trinidad “Pacifica mi alma, haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo”. Beata Isabel de la Trinidad