Por favor, no toques el ratón 20) Epílogo CATEQUESIS DE LA ORACIÓN
Se ha dicho mucho sobre la oración y probablemente no se ha dicho casi nada.
No está todo en las cosas que digamos y pensemos sobre la oración, sino en las palabras que digamos a Dios. Se aprende a orar, orando
Y estas palabras las tiene que decir cada uno… … a solas.
Pueden ser palabras débiles, pobres y sencillas.
Pueden ser, lágrimas amargas.
Y pueden ser, palabras grandes y majestuosas
Lo importante, es que salgan del corazón.
Si con ellas, junta su voz suplicante el Espíritu de Dios... ninguna caerá en el olvido. Él las guardará en su corazón, porque las palabras del amor no se pueden olvidar.
hasta que hayamos acabado de hablar, hasta que hayamos consumado el curso de nuestra vida. Y nos seguirá oyendo pacientemente, complacidamente, durante toda la vida,
Y entonces hablará Él una única palabra de amor; pero esa palabra es Él mismo.
Y se parará el latido de nuestro corazón en esa palabra... Para siempre.
¿No oraremos?