LEYENDA CHINA DE LOS PALILLOS LARGOS
Cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí vio a mucha gente sentada en torno a una mesa con muchos manjares.
A pesar de la abundancia de alimentos, todos los comensales tenían aspecto de hambrientos y con la cara pálida. Tenían que comer con palillos tan largos que por mucho que estiraban sus brazos no conseguían llevarse nada a la boca.
Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo. Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares.
Sin embargo nadie tenía aspecto de hambriento ni la cara pálida, ya que todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar.
Y es que allí, en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con sus largos palillos al que tenía enfrente.